Capítulo 21

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Mia

Al día siguiente

Me despierto al sentir unas suaves caricias en mi pelo. Gruño apretándome más contra el cálido pecho sobre el que estoy acostada.

—Buenos días princesa — susurra suavemente sobre mi oído.

Sonrío. Levanto la cabeza uniendo mis ojos con los suyos. Estiro los brazos bostezando.

—Buenos días amor—lo miro con una sonrisa.

—¿Cómo has dormido?— pregunta acariciándome la mejilla.

Cierro los ojos disfrutando de su tacto tan delicado.

—Muy bien, eres muy cómodo— sonrío picara.

Sonríe— Y tu eres preciosa— susurra muy cerca de mis labios. Me sonrojo.

Agarra mis mejillas con delicadeza y une sus labios con los míos  transportándome con sus besos a un mundo mágico en el que solo existimos los dos.

Rodeo su cuello con mis brazos pegándome más a él. Me rodea la cintura con los suyos, haciendo que el beso subiera de intensidad y se volviera más fogoso.

Poco a poco me voy echando para atrás, tumbándome en la cama, mientras Liam me lleva hacia la locura con sus besos.

Sabia que estábamos yendo demasiado lejos, pero ya no podía parar. Me tenia completamente envuelta entre sus brazos y besos. No quería alejarme de él.

Suspiro al sentir los perfectos labios de Liam posarse suavemente sobre mi cuello, repartiendo besos por el.

—L-Liam—susurro sintiendo sus hábiles manos moverse suavemente sobre mi estomago. Haciendo que descargas eléctricas lleguen a mi zona baja.

Esa sensación tan placentera vuelve. Las ganas y el ansia por él me inundan por completo. Nunca me había sentido tan ansiosa y con tantas ganas como ahora.

De pronto noto como Liam se detiene. Levanta la cabeza y me mira.

—P-princesa, espera— murmura con la voz entrecortada —. Deberíamos…— lo detengo.

Hasta ahora siempre que llegábamos a este punto, Liam se detenía, ya que no quería que tuviera miedo. Quería que estuviera preparada. Hasta ahora siempre nos habíamos detenido.

Pero ya no. Se acabó.

Ya no iba detenerme. Ni a tener miedo. Ya no voy a permitir que ese desgraciado, que tanto daño me ha hecho, domine mi vida.

Al fin me sentía lista. Me sentía preparada para que alguien me tocara de esa manera. Y no iba a echarme atrás. Estaba enamorada de Liam e iba a demostrárselo.

—No, amor, por favor, no te detengas.

Íbamos a hacer el amor.

Abre los ojos sorprendido— ¿Qué?, ¿estas segura? Pero…

—Estoy lista. Ya no tengo miedo. Quiero que me hagas el amor— sonrío. Me sonrojo—. Te amo— confieso al fin.

Llevaba mucho tiempo queriéndole decir que lo amaba, pero no me sentía preparada. Sentía muchos nervios, miedo e inseguridad de solo pensar en decírselo. No quería que él no sintiera lo mismo. Pero al fin lo había echo. Y había sido la mejor decisión de mi vida.

Noto como se le ilumina la mirada. Me sonríe dulcemente.— Yo también te amo, princesa. Y me encantaría hacerte el amor.

Se me humedecen los ojos. Liam acerca su boca a la mía y las une con ternura. Rodeo su cuello con mis brazos pegándolo más a mi. Nuestras lenguas se mueven al compás en una sabrosa danza de la que no desearía escapar jamás.

Mientras nuestras lenguas se mueven sus hábiles manos se mueven acariciando mi estomago por debajo de la camiseta. Agarra el borde de mi camiseta, levantándola y sacándomela por la cabeza.

—Si necesitas parar, dímelo, me detendré enseguida— asiento con una sonrisa. Era tan atento. Lo amaba demasiado.

Se quita la camiseta. Seguidamente se quita los pantalones y luego me los quita a mi. Estaba nerviosa pero no tanto como en otras ocasiones.

Vuelve a besarme. Suspiro al sentir su mano acariciar suavemente uno de mis pechos. Deja mis labios para bajar los suyos por mi cuello. Sigue el camino de mi clavícula hasta llegar a mis pechos.

Tenia el corazón a mil. No sabia lo que haría a continuación, lo que me ponía más nerviosa. Entonces hace algo que me pone aun más caliente. Acerca su boca a uno de mis pechos. Cubre mi pezón con ella, seguido de sacar la lengua y pasarlas por la areola. Gimo al sentir sus atenciones sobre mis pechos.

—Eres perfecta— susurra en mi oído—. Por dentro y por fuera.

Después del juego previo, ya era el momento. Liam se coloca encima de mi sin aplastarme. Me pongo nerviosa. Liam me sonríe. Me besa con dulzura tranquilizándome.

—Tranquila, todo ira bien. Nunca te haría daño. Iré despacio.

Asiento— Confió en ti.

Sonríe— Te amo princesa.

—Te amo amor.

Me besa dulcemente y entrelaza su mano con la mía. De repente noto una presión en mi entrada. Aprieto su mano mientras se introduce poco a poco en mi. Dolía, pero era soportable. Pero sobretodo era placentero. No había nada de comparación con esas otras veces. Y la verdad es que me encantaba.

—¿Estas bien princesa?

—Si, estoy bien, no te detengas.

Asiente—Me moveré.

Empieza a moverse lentamente, arrancándome gemidos y haciendo que un remolino se me instale en la parte baja.

Mierda, esto se siente tan bien.

Había tenido tanto miedo de no poder llegar a sentir placer que ahora me estaba volviendo loca por seguir sintiéndolo.

Liam no se movía ni muy rápido ni muy lento. Se movía con destreza, llevándome a la locura. Jamás pensé que llegaría a sentir algo así. Había juzgado muy mal al sexo.

El sexo era maravilloso. Era como una montaña rusa de la que no te quieres bajar jamás.

El remolino en mi estomago se estaba haciendo cada vez mas grande. Ya no aguantaba más. Iba a explotar.

—L-Liam, voy a…—murmuro entre gemidos.

—Suéltalo todo princesa. Dejalo ir.

Le hago caso. Al llegar al clímax, suelto un grito tan alto que seguro que lo habían escuchado en todo en edificio. Pero no me avergonzaba. Había sido el mejor orgasmo de mi vida.

—¿Te encuentras bien princesa?— cuestiona Liam tumbándose a mi lado y acariciando suavemente mi mejilla.

Sonrío ampliamente— Estoy perfectamente. Ha sido la mejor experiencia de mi vida. Gracias por todo amor.

—Gracias a ti por confiar en mi princesa. Soy el chico más afortunado del mundo por tenerte.

—La afortunada soy yo por tener a alguien tan maravilloso como tu. Eres el mejor chico que he conocido nunca. Gracias por amarme. Te amo.

—Te amo mucho más princesa. Gracias a ti por amarme.

Une nuestros labios con ternura. Había sido la mejor experiencia de mi vida. Por fin había dejado atrás mi miedo. Por fin podía ser feliz. Nunca olvidaría este momento.

Mi Salvación (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora