La infancia de Mía estaba llena de alegría y felicidad. Padres maravillosos que la amaban y protegían por encima de todo...
Pero todo cambio desde ese día... ese trágico día en el que todo cambio y toda esa alegría y felicidad desapareció. La triste...
Abro los ojos al sentir caricias sobre mi pelo y besos sobre mi cuello. Sonrío al ver los hermosos ojos de mi perfecto novio. Pero sin duda su sonrisa era aun más hermosa.
—Buenos días hermosa.
—Buenos días amor.
Beso sus hermosos labios con ternura.
—¿Cómo ha dormido mi hermosa graduada?
—Muy bien, ya que ha dormido con el graduado más hermoso.
—Te amo— me besa con pasión, saboreándonos.
Ayer fue nuestra graduación por lo que ya no éramos alumnos de instituto, lo que me alegraba mucho. Estaba deseando acabarlo.
El día de ayer fue maravilloso, ya que a parte de graduarnos, Liam me invito a cenar a un restaurante maravilloso. Cuando volvimos a casa hicimos el amor hasta quedarnos dormidos. Fue un día maravilloso.
—Vamos a desayunar— susurra sobre mis labios, asiento— pero antes— me agarra entre sus brazos, levantándome— vamos a darnos una ducha.
Asiento con una gran sonrisa— Encantada.
Entramos al baño y nos sumergimos en una ducha caliente.
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Estábamos terminando de desayunar cuando Liam se levantó de la silla mirándome con una gran sonrisa.
—¿Qué pasa?
—Te tengo una sorpresa.
—¿Una sorpresa? ¿Para mi?
Asiente.
—¿Qué es?— pregunto emocionada.
Se acerca a la puerta y agarra el pomo— ¿Preparada?— asiento— Uno, dos y tres — finaliza y abre la puerta.
Los ojos se me llenan de lágrimas al ver la sorpresa entrar por la puerta.
—Sorpresa.
—¡ALEIX!— grito corriendo hacia él y abrazándolo fuertemente.
No me lo podía creer, Aleix estaba aquí, lo había echado tanto de menos.
—Te he echado de menos princesa.
—Y yo a ti.
Agarra mis mejillas y me sonríe dulcemente — Felicidades por tu graduación.
—Gracias.
—¿Qué haces aquí?— pregunto mientras lo abrazo sentados en el sofá.
—¿Qué te pensabas? ¿Qué no iba a venir a celebrar contigo tu graduación?
—¿Cuánto te vas a quedar?
—Bueno, he terminado la uní, por lo que no volveré a irme.
—Gracias, gracias, gracias— lo abrazo más fuerte— te necesitaba mucho.
