Capítulo 24

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Liam

No podía explicar con palabras la tranquilidad y la paz que sentía en este momento. Había estado tan preocupado y muerto de miedo al pensar que podría estar en peligro que ahora que la sentía a salvo entre mis brazos sentía que por fin volvía a respirar.

Inhalo el dulce aroma de su cabello. La amaba, era mi princesa y no soportaría perderla.

Al separarnos y levantar la cabeza lo veo. Lo mire y supe que aunque no quisiera hacerlo debía darle las gracias. Ya que si no hubiera sido por él podrían haberle echo daño a mi princesa.

Antes de dirigirme hacia él note que Mía temblaba. Entonces supe que tenia frío, por lo que me quite la chupa y se la puse. Me sonríe.

—Gracias.

—No es nada— sonrío, beso sus labios.

Me acerque a él. Respiro profundamente.

—Gracias—suelto.

Me mira confundido.

—¿Por qué me das las gracias?

—Por haber ayudado a Mía. Si no te hubieras detenido a ayudarla no se lo que le podría haber pasado.

Sonríe— No ha sido nada. Es tu novia, no iba a dejar que le pasara nada. Se lo mucho que te importa.

Asiento, me costaba  creer en sus palabras después de tantas cosas que ha hecho, pero esta vez la dejare pasar. Mía estaba bien y era lo único que importaba.

—Ya nos vamos, es tarde.—digo.

Asiente— Llevad cuidado, nos vemos.

Nos subimos a la moto y nos ponemos en marcha de vuelta a casa.

Cuando llegamos bajamos, cogemos las cosas y entramos al edificio. Era bastante tarde, por lo que no había nadie en recepción. Entramos al ascensor y empezamos a subir.

Paso los brazos alrededor de su cintura. Apoyo la cabeza en su hombro. Dejo un beso en su cuello. Se estremece.

—Te amo— susurro acariciando suavemente su estomago.

—Y yo a ti— se sonroja.

Llegamos a la planta, salimos del ascensor, nos acercamos a la puerta y entramos. Snow viene a recibirnos. Lo saludamos, le doy de comer y nos dirigimos a la habitación.

Nada más entrar a la habitación la cojo entre mis brazos, levantándola. Ríe rodeándome el cuello con sus brazos. Acerca su cara a la mía y une nuestros labios dulcemente. Sonrío subiéndome a la cama y dejándome caer en ella con mi princesa encima.

Sonrío acariciando suavemente su mejilla. Es tan hermosa.

Beso sus labios con dulzura, entregándonos a la pasión.

Al día siguiente

Me despierto al sentir movimiento a mi lado.

Al abrir los ojos lo primero que veo es a mi princesa hablando por teléfono mientras me da la espalda.

Apoyo la cabeza sobre mi mano, observándola con una gran sonrisa.

—Yo también te quiero— susurra—Nos vemos.

Se da la vuelta y se sobresalta al verme despierto.

Sonríe tímida, se sonroja— Hola.

—Hola—sonrío— Estoy celoso, ¿A quien le dice te quiero mi princesa?

—Es Aleix, quería saber como estaba.

—Umm, ya veo— me siento en la cama— Ven aquí— digo señalando mis piernas.

Mi Salvación (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora