Mia
Sentir el viento golpeándome mientras íbamos en moto era relajante, Liam manejaba mientras yo iba agarrada a su cintura para no caerme, me había puesto muy nerviosa cuando me dijo que tenía que agarrarme a él, pero no me quedaba otra opción si no quería caerme. Solo había un casco y lo llevaba yo, intente de muchas maneras convencerlo de que lo usara él pero se negó diciéndome que lo usara yo ya que no quería que me pasara nada, me pareció muy bonito que se preocupara tanto por mi y no pude evitar sonrojarme por esas palabras
Poco después llegamos a su casa, era un edificio de apartamentos muy grande, nos bajamos de la moto, me quito el casco y se lo doy
-Gracias-sonrío tímida
-No ha sido nada-sonríe
Al entrar al edificio veo a una mujer en la recepción que al vernos nos sonríe
-Hola Liam, que tal estas?-le pregunta con una sonrisa
-Muy bien María y tú?-sonríe
-Muy bien también-me mira- y esta chica tan guapa?, es tu novia?-me sonrojo por sus palabras
Liam ríe pero no dice nada, frunzo el ceño, porque no dice nada?
-Soy María, encantada-me sonríe
-Soy Mia, igualmente-sonrío
Nos despedimos de ella y nos dirigimos al ascensor, subimos, llegamos a la planta y nos dirigimos a su apartamento. Al llegar abre la puerta y entramos, al entrar lo primero que veo es a un perro mirándome con confusión, pero luego mira a Liam y se pone feliz, por lo que veo es un husky siberiano, verlo hizo que lágrimas salieran de mis ojos ya que me hizo acordarme de mi perro de peluche llamado pelusa, también era un husky, puede que sea una tontería, pero era mi peluche favorito, con él he pasado muchas cosas, era mi mejor amigo y ese día lo perdí para siempre
-Estas bien?-me pregunta Liam preocupado
-P-puedo acariciarlo?-pregunto señalándolo con lágrimas en los ojos
-Sí claro-me mira con confusión
Me acerco lentamente al husky, me mira pero no hace nada, acerco mi mano hacia él y acaricio su cabeza suavemente, muchos sentimientos llegan a mi haciendo que más lágrimas salgan
-¿Cómo se llama?-le pregunto a Liam mientras sigo acariciándolo
-Snow-dice
-Snow, que bonito que eres-digo mientras lo sigo acariciando, las lágrimas no paraban de salir de mis ojos, Snow empezó a lamerme la mano, me agache poniéndome de rodillas y lo rodee con mis brazos sollozando, no podía evitarlo, el sentimiento de anhelo era más fuerte que yo
De pronto noto una mano en mi espalda, levanto la cabeza y me encuentro con la mirada preocupada de Liam
-Te encuentras bien?
-S-si, estoy bien-me separo levantándome y limpiándome las lágrimas- lo siento-digo nerviosa
-No te preocupes-me sonríe- venga entremos-asiento
Entramos al salón y nos sentamos en el sofá, Snow se tumba en el suelo al lado de nosotros
-Tienes hambre?-me pregunta con una sonrisa
-No, estoy bien-digo, pero al instante mi barriga empieza a hacer ruido delatándome, me sonrojo muy avergonzada, él ríe
-Ya veo ya-dice con una sonrisa
-Yo...-me sonrojo aun más
-No debes tener vergüenza, si tienes hambre debes decirlo vale?
Asiento con una sensación extraña en mi pecho, desde que paso todo y empecé a vivir sola con mi tío, también dejo de preocuparse por mí, por lo que no le importaba si comía o no lo hacía, yo era aun muy pequeña cuando todo empezó por lo que me resulto mucho más difícil, pero aun a pesar de mi corta edad supe arreglármelas, tuve que aprender a hacer las tareas básicas como cocinar y limpiar yo sola y a tan corta edad, fue bastante duro y más teniendo en cuenta todo el daño que recibía por su parte, en más de una ocasión he acabado con cortes y quemaduras pero eso no me frenaba, yo seguía intentándolo hasta que por fin lo conseguí, lo peor de todo eso es que durante el periodo en el que estuve aprendiendo a cocinar la comida muchas veces me salía con mal sabor o quemada por lo que siempre que me salía mal recibía más malos tratos de su parte
Cada vez que pasaba eso lloraba hasta quedarme dormida pero también me daban más ánimos y más fuerza para seguir aprendiendo y hacerlo mejor
-Tenía pensado hacer pasta, te gusta?- me pregunta
-Sí, me gusta, gracias-sonrío
-No es nada-sonríe- espérame aquí, iré a hacerla
-Puedo ayudarte?-pregunto de golpe, no he podido evitarlo, me ha salido solo, no estaba acostumbrada a que me cocinasen ni que hicieran las cosas por mí, bajo la cabeza avergonzada-lo siento yo...
Me sonríe-no te preocupes entiendo, pero no tienes de que preocuparte, siéntate ahí y espera, yo me ocupare de todo
Asiento sonrojada-vale-me sonríe y se dirige a la cocina
Miro a Snow que me miraba, gira la cabeza mirándome curioso, me sonrojo aun más, es como si supiera lo que estaba pensando, como si me interrogara con la mirada, lo que me ponía más nerviosa, Snow sube al sofá y se tumba a mi lado apoyando la cabeza en mis piernas, no puedo evitar sonreír, el corazón se me hincha de calidez, acaricio suavemente su cabeza
Liam
Estaba en la cocina preparando la pasta mientras sonreía, no sabía que era pero esa chica tenía algo que me hacía sonreír, había algo en ella que me intrigaba, no sabía que era pero sabía que algo escondía y quería saber lo que era
Me preocupe mucho cuando la vi llorar al ver a Snow, me di cuenta de que se había acordado de algo triste por su mirada, no me gustaba verla triste, me preocupaba mucho al verla así, cuando me pregunto si me podía ayudar a hacer la comida note algo en su mirada, lo único que pude notar fue dolor, no sabía cómo pero pude darme cuenta de todo el daño que había sufrido ella en su vida y sabía que aun lo sufría. No sabía cómo lo iba a hacer pero iba a hacer que dejara de sufrir, me gustaba mucho verla sonreír y no iba a permitir que esa sonrisa desapareciera
Cuando termine de preparar la comida, cogí los dos platos y salí de la cocina. Al entrar en el salón no pude evitar sonreír al ver la escena ante mis ojos. Mia estaba sentada en el sofá y acariciaba suavemente la cabeza de Snow que estaba tumbado a su lado con su cabeza apoyada en las piernas de Mia, era una escena muy bonita
Mia levanto la cabeza cuando se dio cuenta de mi presencia y me mira, me sonríe
Me acerco y dejo los platos sobre la mesa
-Gracias-sonríe
-No ha sido nada-sonrío-Snow ven, hora de comer-digo, se levanta meneando la cola feliz y me sigue, saco su comida del armario y se la hecho en su cuenco, empieza a comer y yo me dirijo de vuelta al salón
Me acerco a ella y me siento a su lado, noto que se pone nerviosa, no puedo evitar sonreír, me alegra saber que provoco esas cosas en ella, no decimos nada más y empezamos a comer
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Mi Salvación (Terminada)
RomanceLa infancia de Mía estaba llena de alegría y felicidad. Padres maravillosos que la amaban y protegían por encima de todo... Pero todo cambio desde ese día... ese trágico día en el que todo cambio y toda esa alegría y felicidad desapareció. La triste...