Mia
Hoy era el gran día.
Hoy por fin me convertiría en la esposa de Liam. No podía negar que me sentía muy nerviosa, pero también me encontraba muy emocionada. Llevaba desde que me pidió matrimonio deseando que llegara este día y ahora que por fin había llegado no podía echarme atrás.
Me encontraba poniéndome el vestido cuando la puerta de la habitación se abrió y por ella entró Aleix.
Me sonríe entrando y cerrando la puerta.— ¿Necesitas ayuda?
Asiento girándome y dándole la espalda.— ¿Me ayudas con la cremallera? No llego.
Asiente— Claro que si.— se acerca, agarra la cremallera y la sube con delicadeza.
—Gracias—sonrío.
—¿Te encuentras bien?
Asiento— No puedo negar que estoy algo nerviosa, pero la verdad es que nunca me había sentido tan bien. Estoy muy feliz.
—Si te soy sincero cuando me entere que Liam te pediría matrimonio tenia miedo. Sentía que aun eras muy joven y que podría acabar mal. Pero también tengo que admitir que no hay nadie que me guste más que Liam para ti. Se ve a kilómetros lo mucho que te ama y lo mucho que te protegerá siempre. Por eso hoy quiero decirte que estoy muy orgulloso de ti, orgulloso de todo lo que has conseguido a pesar de todo lo que has pasado, pero sobretodo orgulloso de tu elección. Te deseo todo lo mejor y espero que seas muy feliz al lado de Liam.
Se me llenan los ojos de lágrimas, lo queria mucho, era el mejor primo del mundo. Lo abrazo con fuerza.
—G-Gracias a ti por todo lo que has hecho por mi. Siempre estaré súper agradecida por todo lo que has hecho por mi. Te quiero mucho.
—Y yo a ti princesa— deja un beso sobre mi mejilla— No llores o Liam me matara por hacerte llorar.
Reímos mientras nos separamos, me limpio las lágrimas.
—Estoy lista.
Me sonríe— Vamos, Liam debe estar deseando verte.
Y yo a él.
Asiento, cojo lo necesario y salimos de la habitación.
Estábamos en nuestra casa. Poco después de pedirme matrimonio nos mudamos a una casa más grande y cómoda. Nos teníamos que dirigir a la iglesia ya que allí se llevaría a cabo la ceremonia.
Cuando llegamos me entran los nervios. Aleix me sonríe extendiéndome el brazo. Él seria el que me llevaría al altar.
—¿Lista?
Asiento— Lista.
Me agarro de su brazo y caminamos hacia la entrada. Al llegar a la puerta empieza a sonar la típica música de las bodas. Al echar un vistazo dentro pude ver a las personas sentadas. No eran muchas, solo eran Daniel y Fernando. Pero no nos importaba, eran las personas verdaderamente importantes y era lo único que importaba.
Empezamos a caminar hacia el interior. Levanto la cabeza y mis ojos conectan con los de Liam. No puedo evitar sonreír, estaba tan guapo vestido de traje. Era perfecto. Él me mira con una sonrisa única que me llena aun más el corazón de amor y felicidad.
Al llegar a su lado Aleix le da mi mano y él la agarra con delicadeza.
—Cuídala— le susurra.
—Con mi vida.
Aleix se dirige a su asiento junto a Daniel y se sienta.
—Estas hermosa— me susurra mirándome con una gran sonrisa.
Sonrío— Y tu estas perfecto.
Sonríe, deja un beso en mi mano y nos giramos hacia el padre.
—Buenos días a todos. Hoy estamos aquí reunidos para unir en matrimonio a Liam y Mía.
Seguimos con la ceremonia hasta que llega el momento más esperado.
—Si alguien se niega a esta unión que hable ahora o calle para siempre— nadie dijo nada— Pues por el poder que me ha sido concedido yo os declaro marido y mujer. Puedes besar a la novia.
Y por fin el momento tan esperado había llegado. Liam se gira mirándome con una gran sonrisa y con un hermoso brillo en sus ojos. Agarra mis mejillas con delicadeza, acerca su cara a la mía y une nuestros labios con ternura. Rodeo su cuello con mis brazos pegándome más a él y besándolo con más intensidad. Nos besamos con amor, transmitiéndonos todo lo que estábamos sintiendo en este momento.
Cuando nos separamos volvimos a la realidad, lo que hizo que el sonido de los aplausos llegaran a nuestros oídos. Pero aun así no podía apartar la mirada de Liam, de esos hermosos ojos que tan enamorada me tenían.
—Te amo princesa.
—Te amo mi príncipe.
Nos volvemos a besar.
Por fin era la esposa de Liam.
—Felicidades chicos— nos felicita Aleix acercándose a nosotros cuando nos separamos.
—Gracias— me abraza con fuerza.
—Por fin vas a ser feliz princesa, estoy muy feliz por ti.
Sonrío picara—¿Y para cuando vuestra boda?
Se sonroja— Yo…es demasiado pronto.
—Nunca es pronto cuando se trata de estar con el amor de tu vida. Además mírame a mi, llevo mucho menos tiempo que tu y ya me he casado. Además estoy segura de que Daniel esta deseando casarse contigo.
—Y yo con él.
—Felicidades Mia— dice Daniel acercándose y abrazándome.
—Gracias.
—Te deseo que seáis muy felices.
—Lo mismo digo.
Dirige la mirada a Aleix, se sonroja, vuelve a mirarme— Gracias.
Eran una pareja súper bonita, me encantaban y esperaba que fueran muy felices.
De pronto siento un brazo rodearme la cintura y dándome la vuelta. Sonrío admirándolo.
—¿Cómo esta mi esposa?— pregunta con una gran sonrisa.
—Perfectamente ahora que he visto a mi esposo.
—Te amo, esposa mía.
—Te amo, esposo mío.
Nos besamos. Ahora mismo era la persona más feliz del mundo.
Ha sido el mejor día de mi vida.
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Mi Salvación (Terminada)
RomanceLa infancia de Mía estaba llena de alegría y felicidad. Padres maravillosos que la amaban y protegían por encima de todo... Pero todo cambio desde ese día... ese trágico día en el que todo cambio y toda esa alegría y felicidad desapareció. La triste...