Capítulo 9: ¿Ahora qué?

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Así como salió hace menos de media hora, así se escondió. El sol se ocultó por unas grandes nubes negras que anunciaban la inminente tormenta. Me levanté del suelo con pesar y me giré hacia ambos que aún esperaban explicaciones de mi parte.

- No estamos seguros aquí. Debemos irnos antes que llegue la lluvia. Les explicaré cuando lleguemos-

- No podemos irnos en Jade- dijo Jason-

Y aunque pareciera obvio, había olvidado el detalle de que su madre se encontraba ahora con nosotros. Jade no podía con tres. Miré a los alrededores. Cinco casas más adelante había un auto.

- Esperen aquí. Ya regreso-

Como pude, me dirigí al auto y usé técnicas que conocía de otros momentos de mi vida, para encender el auto sin llave. Le di reversa hasta llegar a donde estaba la casa de los Reynolds y les hice señas para que se montaran mientras buscaba a Jade.

-¿Sabes conducir?- le pregunté a Jason-

Él asintió con la cabeza.

- Bien. Ve en el auto. Yo iré con Jade. Sígueme. Hay un lugar seguro al que podemos ir-

Antes de irme, di una vuelta por los alrededores para asegurarme de que nadie nos seguiría. Cuando eso estuvo listo, salimos en dirección a la cabaña del campo de mis padres. Era el mejor lugar para la madre de Jason. Nadie conocía de él, solo yo. Jason me seguía con prudencia.

Al entrar a la zona boscosa, me dirigí a él.

- Hay que dejar el auto aquí o nos podrían encontrar-

-¿Y mi madre?- preguntó-

Estaba serio. Debía estar realmente molesto conmigo.

- Usaré a Jade para que no tenga que caminar. Puedes ir con ella si quieres y yo los guío a pie-

Jason despertó a su madre, quien se había quedado dormida y la ayudó a subir a la moto. Él tomó el lugar de alfrente y ella se aguantó de él. Caminé por un largo rato hasta llegar cerca de la cabaña. Ya luego tendría que deshacerme del carro, pero primero tenía que atender a los que me necesitaban.

La madre de Jason había vuelto a quedarse dormida. Debía estar realmente cansada por su estado.

A menos de cinco minutos de llegar, Jason me dirigió la palabra.

-¿Quién era ese que estaba ahí y por qué lo mataste?- me preguntó fríamente, algo que nunca había escuchado de él-

Sé que debo decir algo pero en estos momentos aún me siento a la defensiva.

- Primero, no debo darte ninguna explicación de lo que hago- le respondí- Segundo, te convenía que estuviera muerto- dije de manera fría igual que él-

-¿Por qué?- preguntó sin cambiar de tono-

- Ya dije que no te daré explicaciones. No eres nadie para que tenga que decirte cada decisión que tomo-

- Dices que era conveniente para mi que él estuviera muerto, significa que de algún modo u otro estoy envuelto en toda esta mierda. Liza, mataste a un ser humano. No es como si hubieras matado a una hormiga. Así que es mejor que me digas de una puta vez, ¿quién era y por qué lo mataste?-

Su tono de voz me sorprendió. A pesar de estar enojado, su voz era pausada y muy tranquila, pero demasiado demandante. Eso daba miedo, la tranquilidad con la que hablaba.

Sí, yo Liza Julie tenía un poco de miedo por su actitud.

- Era un seguidor de Anónimo y vió a tu madre- le respondí-  No podía dejar que esa información cayera en manos de Anónimo porque entonces si que no descansaría hasta que la mataran-

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