Capítulo 11: Mi recluta

18 0 0
                                    

Tom y Dani invitaron a Jason a quedarse en una habitación de huéspedes. La más lejana a la mía.

A pesar de ayudarlo, seguirían con su rol de hermanos mayores protectores.

Sí, hay veces que me asfixian pero ellos son mis hermanos. Los amo tal y como son a pesar de lo mucho que peleamos. Nos protegemos unos a los otros. Ellos son lo único de sangre, carne y hueso que me ata a mis padres. Además de la tía, claro está.

Ahora mismo es de madrugada, las 4 de la mañana, de un largo fin de semana.

No he podido cerrar ni un solo ojo en toda la noche. Estoy preocupada por la madre de Jason estando sola en la cabaña en el bosque. Sin forma de defenderse si algún intruso llega a aparecer. Eso me hizo pensar en mi escondite y las armas secretas.  Tal vez deba enseñárselos a ella y a Jason para que estén alertas a cualquier cosa. Puedo enseñarle a Jason para que me ayude en todo contra "Anónimo". Debo preguntarle primero si esta de acuerdo con eso y si de verdad quiere aprender a defenderse.

Definitivamente era un buen momento para preguntarle. Si acepta, podemos comenzar hoy mismo y nos iríamos antes de que mis hermanos despierten.

Con ese pensamiento, me levanté de mi cama y en silencio absoluto salí de mi habitación y caminé hacia la habitación designada a Jason. Toqué levemente con mis nudillos en la puerta, esperando una respuesta que muy probablemente no llegaría si era que estaba durmiendo. Sin embargo, escuché la voz de Jason al otro lado como un susurro.

- Adelante-

Abrí la puerta y me adentré a la habitación. La lámpara de la mesa de noche estaba encendida y él estaba sentado contra el espaldar de la cama y con una libreta en sus manos.

- Liza, ¿qué haces aquí?- me miró tragando saliva, mientras sus ojos recorrían mis piernas-

No es de extrañar. Mis pijamas suelen ser solo una blusa larga que me llega hasta la mitad del muslo.

- Vine a proponerte algo- me senté a su lado en la cama- pero, ¿qué haces despierto a esta hora?-

- No podía dormir. Quiero ver si puedo conectar algunos puntos que recuerdo de las investigaciones que había hecho. ¿Y tú?-

- Todo esto me tiene demasiado preocupada- en voz baja añadí- Además no quiero volver a tener más pesadillas-

-¿Pesadillas?-

- No es nada- sacudí la cabeza- Hablemos mejor sobre mi propuesta-

- Claro, dime qué es lo que tienes en mente-

- Primeramente debes saber que es algo que no podrás decirle a mis hermanos. Un secreto entre tú y yo. ¿Vale?-

- Vale-

- Entonces, ahora debes saber que en la cabaña en donde se está quedando tu madre hay un sótano oculto en donde hay armas y una sección de entrenamiento. No sé que eran mis padres pero todo el lugar parece como de película. En los cimientos de nuestra antigua casa, encontré también otro sótano oculto con más armas. Lo descubrí hace un par de años y desde entonces decidí practicar por mí misma. Mi propuesta es que te enseñaré un poco de defensa personal y de tiro al blanco a ti y a tu madre para que estén preparados ante cualquier cosa-

- Me subestimas, querida Liza- me sonrió con superioridad- Hace rato hablaba con tus hermanos y les conté que mis tíos fueron agentes de la CIA y cuando mi prima Mackenzie nació, ellos se dedicaron a abrir un campamento de defensa personal. Mis padres me enviaban ahí todos los veranos para que fuera recto y que nunca me dejara pegar por nadie. Nunca he sido agresivo porque prefiero la paz pero me sé defender-

FénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora