𝒊 𝒏 𝒐 𝒄 𝒆 𝒏 𝒄 𝒊 𝒂

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- Soobin, ¿recuerdas cuando te dije.. que quería liberarte? - preguntó Taehyun muy lentamente. Era un fin de semana frío, doloroso. El azabache volteó a verlo de manera inmediata, con los ojos muy confundidos.

- Sí, lo recuerdo - le dice él, apartando su mirada de la ventana luego de pocos segundos que decidió mirarla después de mirarlo a él.

- Hablaba enserio. - le responde, y el reinante silencio domina a ambos.

- No entiendo.

Taehyun suspiró.

- ¿Recuerdas cuando bromeaba sobre escapar, huir de esta realidad? - pregunta mucho más serio, a Soobin le da un extraño dolor en el corazón.

Sin más, asintió con la cabeza.

- También hablaba enserio - le confiesa - Pero no lo iba a hacer en ese momento. Ahora, lo haré.

- ¿A qué te refieres?

- Quiero sacarte de aquí, Soobin. Quiero sacarte de todo esto, quiero escapar contigo. Aunque no sepas donde suelo estar cuando no es contigo, yo no quiero regresar. - le dice, se acerca al otro chico y con una mirada intensa lo mira a los ojos - Lo digo enserio.

El azabache tragó saliva.

Esa tarde Taehyun no quiso explicarle mucho, solo que prepararía un plan para escapar. Soobin, hasta ese punto, pensaba que era broma, pero el semblante serio de Taehyun lo asustaba muchísimo.

Era un enorme hecho que Soobin no soportaba estar en esa realidad, que ya no aguantaba el rechazo que sufría y tener que ocultarse para no ser torturado. Pero, ¿escapar, así sin más? No estaba seguro.

Quizá conocería más acerca de Taehyun, quizá sabría un poco más, pero eso tampoco era seguro.

Yo no quiero regresar

Esas palabras de Taehyun acerca del lugar de donde provenía le ponía los pelos de punta, ¿de dónde vendrá? ¿qué le pasaría para que no quisiera volver? Esas preguntas inundaban su mente mientras observaba al pelirrojo mirando hacia abajo en silencio, probablemente pensando en algo.

Soobin solo quería saber, quería respuestas que quizá no existan, sentía el miedo dentro de sí.

Después de la mención de la locura que Taehyun quería cometer se la pasaron en silencio, mirándose los unos a otros o solo evitándose. Era extraño, porque cuando estaban juntos siempre tenían mucho de que hablar.

- ¿Desde cuando no corres? - le pregunta Taehyun de repente, asustando al otro chico, sacándolo de su pequeño mundo.

- No.. lo sé - respondió débilmente.

El pelirrojo sonrió un poco, levantándose del suelo en donde se encontraba estando.

- Desde hace mucho, ¿no?

Soobin no hace más que asentir.

Taehyun toma su mano, animandolo a levantarse de la cama, como un niño pequeño, como uno emocionado.

- Vamos a correr, entonces - propone, sonriendo como nunca antes lo había hecho. El azabache no sabe que decir.

- Tae, sabes bien que no se puede.. nos descubrirán..

- No, no lo harán - le dice muy seguro - Nos iremos de aquí un rato, solo un momento. Quiero correr contigo hasta que me calen los pies.

A Soobin se le sonrojan las mejillas, se le acelera el corazón. El chico frente suyo es el único que puede lograr algo como eso.

- ¿Se te perdió la voz, o qué? - rió Taehyun al notar que Soobin no estaba dispuesto a contestarle - Vamos, igual podremos practicar un poco para nuestro escape.

El azabache no le quedó de otra más que levantarse, seguir al pelirrojo un poco desconfiado, pero por alguna razón lo dejaba guiarlo.

Sorprendentemente, nadie los miró, ni siquiera hubieron sospechas.

Era muy raro porque la seguridad en ese sitio era enserio impecable y podrían notar hasta tu respiración, pero esa vez, no fue ni cerca de ser así. Taehyun lo sacó de ahí corriendo, pisando fuertemente, pero nadie escuchó.

El más bajo hizo que treparan la gran pared del conservador internado y salieron de ahí victoriosos. Aunque con los pies muy adoloridos.

- Vamos, Soo, tienes mucho que desahogar. - le dice, tomando nuevamente su mano, comenzando a correr una vez que se encontraron fuera del colegio.

Soobin miró su rostro, Taehyun estaba sonriendo mucho, se le notaba la emoción. A pesar de que ya hubieran pasado meses de que comenzó a actuar así, el azabache aún no se acostumbraba, aún seguía siendo muy nuevo para él.

La manera de como reía, de como jalaba su mano. Se supone que debía ser al revés, Soobin siempre era el loco emocionado y ruidoso, pero esa vez pareció invertirse todo.

Al chico le tomó un momento asimilar, y sonreír sinceramente también. Le siguió el paso después de varios minutos y corrió con ganas, como siempre lo había hecho. Tenía ganas de desahogar mucho, de pensar en mucho mientras corría.

Taehyun siempre había dejado que corriera solo, por alguna razón quiso acompañarlo.

Como el chico le había enseñado, se desquitó corriendo fuertemente, sosteniendo la mano ajena con dureza, como si en cualquier momento se lo fueran a quitar.

Corrieron, corrieron y corrieron hasta no poder hacerlo más, hasta que a sus pies se les formó horrendas heridas y estaban a punto de sangrar.

¿Habían ido demasiado lejos? ¿Volverían al tormentoso colegio? Bueno, Soobin no quería pensar en eso aún.

Descansaron un rato, platicando tranquilamente. Tomaron un medio de transporte y fueron de vuelta a la institución, porque Soobin aún tenia que estar ahí.

Eran mucho más afectivos, el pelirrojo lo permitía hasta con gusto. Al más alto le gustaba eso, pero tras todo lo sucedido, no le daba una buena vibra.

Soobin no pudo estar durante la cena que ofrecia el colegio, después de todo no tenia mucha hambre.

Él y Taehyun durmieron después de un rato, demasiado agotados. No todo era preocuparse de un posible final, sino de disfrutar mientras dure. Se suponía que Soobin debería pensar eso cada y que presentía que Taehyun en realidad se estaba despidiendo por sus últimas acciones, pero simplemente no podía dejarlo ir.

Esa noche lo abrazó tan fuertemente que casi lo dejó sin aire, se aferró a él tan ferozmente que no quiso arrepentirse nada, quiso convencerse que todo había valido la pena, a pesar de que us corazón percibía lo contrario.

Taehyun solo se reía por su afecto, pero el estaba tan dolido. Se acurrucaba en su pecho, intentaba llorar en él suplicando más tiempo juntos. Sabía que Taehyun se iría, no sabía cuando, pero él mismo se lo había dicho.

El escape.

Eso aún recorría su mente, no sabía si hacerlo verdaderamente o no. Si era con Taehyun, sonaba divertido. Si era con Taehyun, le daba miedo. Si era con Taehyun, podría aceptar sin vacilar, pero en el fondo estaría temblando del miedo.

Besó a Taehyun por última vez ese día, pidiendole al universo que no se lo quitara, que fuera libre, pero con él.

𝐏 𝐇 𝐀 𝐒 𝐄 ; Taebin ▪︎ Soohyun ; ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora