Parte 10

401 28 2
                                    

Visita 

Ransom pasa días aburridos y monótonos en prisión. Casi nada lo sorprende, poco menos lo emociona.

Casi.

Algo que sin dudas lo emociona es el pequeño castaño que cada día se paseaba por los pasillos de la prisión. Lucia pequeño aunque juraba tener 17, era el hijo del alcaide. Lo supo por su apellido, Stark.

Entonces, un día de aquellos, el pequeño castañito se paro en su celda; abrió sus grandes ojos chocolate y le sonrío. Se volvió costumbre, el chico solía murmurarle cosas sucias o que le gustaría que le hiciera. Muchas de ella le robaban sonrisas por su atrevimiento.

Mientras el joven le confiesa que es bien parecido a un héroe de su infancia, pasa su mano por los barrotes y acaricia su pecho, baja un poco más y aprieta su miembro. Tan parecido, tan diferente.

Esperaba que se aburriera y dejara de frecuentarlo, era extraño que un niño camine entre las celdas; luego de un tiempo el mismo chiquillo vino exclusivamente a decirle que cumplió dieciocho. Poco le importo, hizo un ademán con la mano para que se fuera y así lo hizo.

Las luces comenzaron a parpadear en rojo y las sirenas no tardaron mucho en aparecer. Aprovechó la oportunidad para escapar. Afuera hay un coche y en coche una nota. Ese pequeño bastardo.

Finalmente siente que puede hacerle todo lo que el chico susurraba, que puede tomarlo a su antojo y atar sus manos sobre la cama. Al pequeño chico le gusta así, sucio, rudo y sin compasión.

Le gusta que le cubra la boca para ahogar sus gritos.

-Silencio. Papi y mami podrían escuchar...

Cuando tiene suficientes marcas y casi todo su aliento ha sido robado, acomoda sus ropas y lo contempla por sobre el espejo.

-¿Que vas a hacer?
-Supongo que tendré que esconderte bajo la cama. No por nada te ayude a salir.
-Y en las noches me tendrás sobre ella.

Tony abre las piernas como quien lo invita a que lo haga de nuevo y Ramson le sonrie de manera devoradora.

Together.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora