NODALAK

Capítulo 12

Por las noches, Rin sentía que se ahogaba.

Cuando conseguía dormirse, entraba en un estado extraño. Él era consciente de que estaba durmiendo y de que todo lo que pudiera ver y escuchar era solo una fantasía de su subconsciente o recuerdos que amenazaban con romper la enorme barrera que había en su mente. Pero además de eso, sentía que se ahogaba. Sentía que estaba rodeado de agua y que casi no podía respirar. No podía ver nada y no sabía si era porque sus ojos estaban cerrados o porque no había luz en aquella masa en la que se hallaba. Y oía voces.

A veces eran más claras y entendía las frases, para luego quedarse razonando sobre ellas durante el día. Otras veces eran solo murmullos distantes, irreconocibles e indescifrables. Y en otras ocasiones, le hablaban a él. Decían su nombre y le repetían que tenía que romper esa barrera y recordar la misión.

La misión.

¿Qué misión?

Cuando despertó aquella mañana, tuvo que beber rápidamente un vaso de agua y tomar una gran bocanada de aire. No se lo había dicho a nadie. Si ya pensaban que estaba loco, ¿cómo iba a decirles que tenía aquellos extraños sueños que casi ni sabía explicar?

Después de que Yves les hubiera confirmado lo que todos temían, que el príncipe se había transformado, la situación se había vuelto caótica. Todos los Succuxus habían corrido a reunirse porque todos habían notado lo mismo que Yves y hablaban entre gritos. Llegaron a un punto en el que ya no se entendía absolutamente nada y finalmente Hunter y otros Nyxars pidieron calma. Sabían lo que venía ahora: una guerra amenazaba con estallar de un momento a otro y Rin sentía que nadie estaba preparado para eso, incluso si ya habían tenido que enfrentarse al reino anteriormente cuando fueron a rescatarle.

Rin se quedó toda la mañana en su habitación, pensando en el príncipe convertido. Seguía sin saber quién había sido, pero sopesaba la idea de que Luka se alzaría en el trono de igual manera. Y tendrían que luchar contra él.

¿Por qué sentía que Luka era su aliado y no su enemigo?

Ah, sí. Porque también había escuchado su nombre en aquellos sueños extraños que no podía explicar.

¿Quiénes eran sus aliados? El Clan de la Luna, eso estaba claro. Pero, ¿quiénes eran sus enemigos realmente?

Se frotó la cabeza. Todo era demasiado confuso. Lo único que necesitaba era tiempo. Tiempo para asentar todo lo que sabía hasta ahora. Y tiempo para romper la barrera de su mente y entender quién era él y cuál era esa misión que repetían constantemente en su cabeza.

A la hora de comer, su estómago rugía con tanta fuerza que decidió que iría a comer con el resto de Nyxars. Se encontró con Hunter por el camino y ambos caminaron hacia el comedor. También se les unió Syla, quien a pesar de que se dirigían al comedor, ya estaba masticando algunas galletas.

Cuando entraron, muchos se les quedaron mirando, pero Rin intentó evadirles. No era la primera vez. Como de costumbre, siguió a Hunter hasta la mesa de los Roluxus y se sentó con él. Syla también lo hizo y al cabo de unos segundos, vio que Yves también se sentaba al lado de Hunter.

—¿Has podido hablar con los líderes? —le preguntó a Hunter, ignorando a Rin. Aunque a él no le importó.

—Qué va. ¿Tú?

—No, pero el líder de los Succuxus también habrá notado la transformación del príncipe, así que deben saberlo ya.

—Sé que es importante, pero... no puedo concentrarme en la situación del príncipe —contestó Hunter, frotándose los ojos. Rin se dio cuenta de que lucía terriblemente agotado.