Promise. [SasuNaru]

Capítulo 13.

—¿Estás seguro?.—preguntó el hombre mayor.

—Que sí.—respondió el rubio con cansancio.

—Pero, ¿Completamente seguro?.—repitió el hombre.

—¡Que sí viejo!

—Respeta mocoso.—le regañó una mujer de unos años menos que el hombre.—Debes de estar seguro. O pasará lo de la última vez.

El rubio río nervioso, claro que lo recordaba, los tres hicieron el ridículo aquella vez.

—No queremos confusiones nuevamente. Así que vuelvo a preguntar, ¿Estás seguro que es él?

—¿Lo has visto al menos?.—preguntó ahora la rubia mujer, el joven estaba apunto de asentir pero se detuvo.—Lo ves, ni siquiera lo has visto. Y dices que estás seguro.

—Bueno, pues pensé que sería suficiente prueba.—suspiró.—Tal vez fue la emoción de pensar que al fin lo encontré.

—Iugh, no, llévate tus lágrimas a otro lado.—el joven la vió de mala manera.

—Mujer, no seas tan dura.—el hombre río.

—Saben qué, mejor me voy. Estar con dos viejos como ustedes me va a poner de malas.

—¿Dos viejos como ustedes?.—repitió la mujer.—¿Acaso quieres que te enseñe a respetar?

—¿Con tu bastón?. No, gracias, seguro tardarás todo el día en caminar hasta donde estoy y tengo qu-

—Ya lo sé, tienes que cuidar al idiota de tu marido.—sonrió con burla.

—Iba a decir a mi hija, pero, tienes razón, a él también.

—No puedo creer que el único nieto que tengo aquí cerca se casara con un Uchiha, verte como el amigo de Obito era suficiente.

—Ya ustedes dos. Sólo asegúrate de que sea él y después nos avisas e iremos en seguida. Puedes irte Deidara.—le dijo el hombre.

—Lo que los abuelos Jiraiya y Tsunade ordenen.—Deidara hizo una reverencia recibiendo un golpe por parte de Tsunade en la cabeza.

Salió de la gran casa y suspiró, tendría que llamar a Obito de nuevo.

[🌓]

Sai estaba teniendo el mejor sueño de toda su vida, dónde Gaara por fin aceptaba que estaba loco y perdidamente enamorado de él.

Pero un golpe con lo que parecía ser una almohada lo hizo despertar de golpe.

—¿¡Qué demonios!?.—al abrir los ojos vio a Sasuke parado frente a él, con una almohada en sus manos.—Acabas de arruinar el mejor sueño de mi vida. Gaara-

—No me importa.—interrumpió.—¿Dónde está?

—¿Qué?, ¿Gaara?, No lo sé, tampoco soy un acosad-

—No te hagas el tonto conmigo.—interrumpió nuevamente.—Dime dónde está si no quieres que lo próximo con lo que te golpee sea algo más duro que la almohada.

—Bueno. No estoy entendiendo nada. Así que Sasuke mi primo del alma, ¿Podrías decirme por qué tanta agresividad hacia mi persona, tan temprano?

—¿Dónde está mi broche?

—¿Broch-...?, Ah, ¿El plateado?

—Sí.

—¿El que tiene forma de girasol?

—Sí.

—¿El que tienes desde niño?

—Sí.—suspiró, estaba perdiendo la paciencia.