Tonta

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Nos soltamos y sólo me quedó viendo, analizando cada parte de mi.

____: Bueno, la verdad es que — pausó un momento al verme directamente a los ojos — Ay a quién engaño, si, siempre has sido...lindo — apartó su mirada y pude notar un leve sonrojo en sus hermosas mejillas.

Sonríe.

Rubén: Siempre lo supe — reí a lo que ella me pegó haciendo de que su sonrojo se aumentara — ay vamos sólo estoy bromeando, en serio para ti siempre he sido ¿Lindo? — pregunté otra vez.

____: Pues si te digo que no realmente te estoy mintiendo — levantó sus hombros.

Rubén: Ajá, ya veo — suspiré — Bueno será mejor que me vaya, y un consejo, por favor, presta mucha atención a las indirectas — me despedí con un beso en la mejilla y luego me fui por aquella rama hasta llegar a mi habitación a gritarle a mi almohada.

____*

Oh Dios, que acaba de hacer, ay no!!

— fui corriendo al baño a lavarme la cara —

Al llegar a mi espejo miré el lugar en donde me había besado, lo toqué y me sonrojé, nunca nadie había hecho eso.

— Espera, espera, no me estará gustando Rubén — pensé en voz alta, con el corazón acelerado de la emoción — No no no ___. Él no te puede gustar por algo así, no después de todo lo que te ha hecho.

Mi emoción desapareció después de recordarlo.

* Ese mismo día en la noche *

— Rubén hizo burlas hacia a mi desde la escuela, ¿Y sí esto es una de sus bromas con Cecilia? Qué tal si solo me quiere ver llorar como en la escuela, ¿Qué tal si la carta esa es parte de su bromas? — Todos mis pensamientos estabas desordenados, estaba sobre pensado todo. Estaba creándome ideas falsas. Pero mi mente me dijo ese día que tenía razón.

< Ay no >

Me levanté de mi cama para ir directamente a ese cajón y reeler la carta. Hasta que..

¿Crees que sólo sea diarrea en el estómago lo que estoy sintiendo?

____: De seguro sólo es diarrea lo que tienes y lo confundas con tener mariposas en el estomago —

— Oh no, todo el tiempo fue él, esto es una de sus bromas, pero y qué tal si sea yo la misma niña que decía que le gustaba, o simplemente nada más me lo dijo por molestarme también. Que maldito. — volví a pensar.

Rubén: Ajá, ya veo — suspiró — Bueno será mejor que me vaya, y un consejo, por favor, presta mucha atención a las indirectas.

Por qué soy tonta, solo me advirtió y yo todavía pensando que había podido cambiar realmente. Pero eso no va a pasar no voy a caer en ese jueguito que se traen ellos dos.

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Oh no, los pensamientos que distorsionamos son realmente catastróficos. Pobre rayis :,(

Simplemente amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora