Capítulo 8

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El sol se abrió paso por el despejado y azul cielo, así como en aquella desastrosa casa, llegando a los ojos de Matthew haciendo que éste despertara con gran dolor tanto de cabeza como de cuerpo, intentó estirarse, pero se percató que algo obstaculizaba su brazo derecho y rodaba todo su torso con fuerza, dirigió su vista a aquella gran obstrucción dando paso a una gran sonrisa en su rostro y la sensación de explosión en su corazón por tal regalo recibido al despertar.

–Hoy realmente sí son unos muy buenos días –susurró el grandote para después darle un delicado beso en la cabeza a Lay.

Tras dicha acción y los rayos del sol siendo más brillantes con el paso del tiempo, el pequeño dormilón se despertó lentamente, intentando analizar la situación, segundos después reconoció la persona que se encontraba a su lado abriendo sus ojos al máximo, dicha persona apenas iba a desearle un buen día cuando una patada en su coxis se lo impidió tirándolo al piso.

Las personas que se encontraban "cuidando" que nadie interrumpiera el nido de amor de los tórtolos, de repente fueron despertados por un fuerte golpe proveniente de la habitación a sus espaldas. Todd fue el primero en despertar seguido de Grave y Enzo, los tres se levantaron con dificultad, pues sufrían de las consecuencias de haber bebido hasta el olvido.

–Creo que alguien se cayó ahí adentro –expresó preocupado Todd mirando a los dos chicos frente a él.

–Yo digo que comenzaron con su reconciliación mañanera –sugirió Enzo lujuriosamente mientras con sus manos hacía señas obscenas riéndose de ello. Grave le entendió devolviéndole la misma mirada lujuriosa y atrevida que sólo entre ellos podían lanzarse.

...

Matthew intentó incorporarse nuevamente a la cama, pero le dolía todo su cuerpo, Lay por el contrario se encontraba asustado, queriendo escapar de esta situación por una segunda ocasión, pero en ésta simplemente, por más que quería moverse, un gran dolor invadía su parte inferior del cuerpo, no podía confirmarlo, pero la situación se lo dejaba ver sin ninguna pista a la imaginación.

Con demasiado esfuerzo logró pararse mientras sostenía la sábana para cubrirse el cuerpo e intentar recoger sus prendas de vestir, las cuales se percató que estaban todas rasgadas. Al ver la postura de miedo y la intención de volver a escapar, Matthew se lanzó hacia él abrazándolo desde el dorso, como respuesta obtuvo rechazo por parte del pequeño.

–¡Suéltame!

–¡No, no lo haré! ¡No te dejaré escapar como aquella vez!

Negándose a soltarlo como si su vida dependiera de ello, Lay no tuvo más remedio que rendirse, pues su condición física en esos momentos no era buena.

–Podrías al menos aflojar un agarre, me estás lastimando.

–¿No intentarás nada?

–No.

El grandote hizo más ligero su enganche recargando su cabeza en el hombre del pequeño. No pudo evitar sonreír a tales circunstancias. Lay se percató de ello.

–¿De qué te ríes, idiota?

Justo iba a responder cuando la puerta se abrió de repente mostrando a dos personas con una mirada lujuriosa y otra con una expresión aterrorizada. Por lo sorpresivo de lo repentino, Lay soltó la sábana que lo cubría dejando al descubierto su flácido amigo, Matthew reaccionó segundos después cubriéndolo con su torso desnudo dejando un gran paisaje de su escultural y tonificado trasero y espalda ancha a sus amigos.

Enzo mordió su labio inferior imaginando mil y una formas que estos dos disfrutaron la noche anterior, Grave se percató de la lasciva mirada del chico cubriéndole los ojos y sacándolo a arrastras de ahí, al igual que al shockeado Todd mientras cerraba la puerta.

Me Gustas Tú (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora