Me Gustas Tú (BL)

Capítulo 4

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Matthew se quitó la camisa para luego quitársela a Lay. Los besos del grandote comenzaron a bajar hacia el cuello del contrario con dirección a los pezones de éste, los cuales tenían un color café claro; comenzó a jugar con ellos, a besarlos y morderlos varias veces, Lay gemía levemente sin evitar que sus pezones empezaran a ponerse duros por tales movimientos.

Matthew continuó su recorrido hacia abajo deteniéndose al momento de toparse con la hebilla del cinturón, elevó su cabeza un poco cruzando miradas con Lay, y sin romper ese movimiento, el grandote deslizó sus manos por los muslos del pequeño lentamente hasta llegar a su obstáculo deshaciéndose de él lentamente, imitando la misma acción con el pantalón provocando desesperación excitante en el contrario.

El voluptuoso bulto que se dejaba ver en los bóxers de Lay captó rápidamente la atención de Matthew dirigiéndola a éste esbozando una lasciva sonrisa en su rostro, el cual acercó para inhalar su aroma. Su expresión de goce y satisfacción lo decía todo, por lo que no tardó en comenzar a darle unos cuantos besos suaves por encima de la tela hasta llegar al borde del elástico.

Levantando levemente el borde de la ropa interior con la boca y soltándola después, provocó cierta reacción en lo que la tela resguardaba ahí abajo. El grandote no podía evitar sonreír a tal impulso, por lo que retiró el bóxer dejando al descubierto una mediana y muy dura erección.

Matthew contempló dicho miembro por un momento para después besarle la punta delicadamente haciendo estremecer a Lay al sentir aquellos suaves labios en su amiguito; el grandote deslizó su lengua poco a poco iniciando su recorrido en los testículos para detenerse en la punta introduciendo esta última en su boca ejecutando algunos movimientos por momento que llevaron al pequeño a arquear su espalda y suprimir gemidos.

El grandote retiró su boca para esbozar una lasciva pero satisfactoria sonrisa en su rostro mientras, con su mano, realizaba unos vaivenes en el miembro del contrario mientras lo miraba gozar de dichas acciones. Segundos después volvió a llevarse tal trozo de carne a su boca, pero en esta ocasión logró ingresarlo todo. Los movimientos de Matthew comenzaron a ser más rápidos y placenteros, su lengua y manos jugando con el amiguito del pequeño provocaron que Lay no pudiera resistir más la sensación que aquello le provocaba, por lo que, sin darse cuenta, comenzó a gemir cada vez más fuerte mientras elevaba su espalda y mordía su labio inferior.

Lay colocó su mano en la cabeza de Matthew deteniendo así sus movimientos mirándose por un momento. El grandote liberó el miembro del contrario para ponerse encima del pequeño, quien no podía dejar de admirar su musculoso y fornido torso, haciendo que resbalara sus manos por éste. El tacto de dichas manos recorriendo su cuerpo, provocaron que Matthew se excitará cada vez más, por lo que tomó a ambas con sus manos y las dirigió a la hebilla del cinturón, la cual Lay desabrochó siguiendo con el pantalón para retirarlo.

Un gran bulto, que parecía estar a punto de romper la tela, se dejó al descubierto; el pequeño, asombrado e hipnotizado por lo que estaba viendo, comenzó retirarlo lentamente, mordiendo su labio inferior y con el corazón palpitando rápido, aquella gran, dura y hermosa erección de Matthew vio la luz. Sin pensarlo, le dio un pequeño beso en la punta, la cual tenía un poco de líquido, lamió éste y, posteriormente, introdujo toda la virilidad del grandote en su boca iniciando algunos movimientos. Matthew cerró sus ojos inclinando su cabeza hacia atrás por tal placer que le provocaba Lay llevando su mano derecha a la nuca de éste mientras, inconscientemente, realizaba suaves movimientos con su cadera dejando escapar gemidos leves cada que embestía.