016

554 41 2
                                    

El Gran Comedor, decorado para el banquete de comienzo de curso, tenía un aspecto tan espléndido como de costumbre, y el ambiente era mucho más cálido que en el vestíbulo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El Gran Comedor, decorado para el banquete de comienzo de curso, tenía un aspecto tan espléndido como de costumbre, y el ambiente era mucho más cálido que en el vestíbulo. A la luz de cientos y cientos de velas que flotaban en el aire sobre las mesas, brillaban las copas y los platos de oro. Las cuatro largas mesas pertenecientes a las casas estaban abarrotadas de alumnos que charlaban. Al fondo del comedor, los profesores se hallaban sentados a lo largo de uno de los lados de la quinta mesa, de cara a sus alumnos. Adelaide, Draco y Theodore pasaron por delante de los estudiantes de Gryffindor, de Ravenclaw y de Hufflepuff, y se sentaron con los demás de la casa de Slytherin al otro lado del Gran Comedor, junto al fantasma de su casa.

—¿Por qué está todo tan vacío? —preguntó Adelaide, refiriéndose a la mesa de los profesores.

—Hagrid está con los de primero, McGonagall los está esperando, y si no me equivoco, no tenemos profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras —explicó Nott.

—Primer día y ya sabes hasta de que pie cojea cada uno —rió la castaña.

—Y estoy orgulloso por ello.

La espera para el banquete fue eterna, pero luego de la ceremonia de selección por fin pudieron deleitarse con una deliciosa cena.

En algún momento de la velada, Dumbledore decidió interrumpir para dar un gran anuncio, el cuál Draco decidió ignorar, o al menos eso hizo hasta que escuchó lo siguiente.

—Es también mi doloroso deber informarles que la Copa de quidditch no se celebrará este curso —dijo el director.

—¿Qué? —dijo Blaise sin aliento.

—¿Cuando llegaste? —lo miró Draco.

—Está aquí desde que llegamos, ahora haz silencio —lo calló Adelaide.

—¿Tú no planeabas hacer las pruebas este año? —preguntó Theodore, mirando a la chica.

—Eso planeaba... —respondió ella.

Dumbledore continuó:

—Esto se debe a un acontecimiento que dará comienzo en octubre y continuará a lo largo de todo el curso, acaparando una gran parte del tiempo y la energía de los profesores... pero estoy seguro de que lo disfrutarán
enormemente. Tengo el gran placer de anunciar que este año en Hogwarts...

Pero en aquel momento se escuchó un trueno ensordecedor, y las puertas del Gran Comedor se abrieron de golpe.
En la puerta apareció un hombre que se apoyaba en un largo bastón y se cubría con una capa negra de viaje. Todas las cabezas en el Gran Comedor se volvieron para observar al extraño, repentinamente iluminado por el resplandor de un rayo que apareció en el techo. Se bajó la capucha, sacudió una larga melena en parte cana y en parte negra, y caminó hacia la mesa de los
profesores.

Ojoloco Moody —susurró Avery.

—Les presento a nuestro nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras —dijo animadamente Dumbledore, ante el silencio de la sala—: el profesor Moody.

𝗧𝗵𝗲 𝗮𝗺𝗲𝘁𝗵𝘆𝘀𝘁 𝘄𝗮𝘁𝗰𝗵 (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora