Una estación repleta y bulliciosa, llena de gente intentando llegar a su destino. Entre el alboroto, una gran jaula traquetea sobre un sendo carrito cargado hasta arriba y empujado por una hermosa niña: Adelaide Avery, seguida por Mary, su madre. Un hombre de treinta y siete años, Dominic, camina junto al menor de los Avery, Eros.
—¡Mamá! ¿Estás segura de que no me estrellare? —cuestionó la niña.
—No te preocupes —dijo—. Todo lo que tienes que hacer es caminar derecho hacia la barrera entre las dos plataformas. No te detengas y no tengas miedo de chocar, eso es muy importante. Recuerda que lo mejor es ir ligera.
—De acuerdo —dijo Adelaide.
Empujó su carrito y se dirigió hacia la barrera. Parecía muy sólida.
Comenzó a caminar. La gente a su alrededor iba a la plataforma 9 o a la 10. Caminó más rápido. Iba a chocar contra la barrera y luego estaría en problemas. Se inclinó sobre el carrito y comenzó a correr -la barrera se acercaba cada vez más- ya no podía detenerse -el carrito estaba fuera de control-, ya estaba allí... Cerró los ojos preparada para el impacto...
Pero no llegó. Siguió avanzando. Abrió los ojos.Una locomotora de vapor de color escarlata esperaba en la plataforma llena de gente. Un cartel decía "Expreso de Hogwarts, 11:00" Adelaide miró hacia atrás y pudo divisar a su familia, la cual se encontraba posicionada justo detrás de ella. Su hermano pequeño miraba todo completamente asombrado, lo cual le causó culpa a la niña. No quería dejar a su familia, al menos no a parte de ella.
—¿Me escribirán? —preguntó la joven.
—Por supuesto que si —respondió su madre.
—Solo lo justo y necesario —el hombre miró a su hija—. Estás creciendo, no deberías depender tanto de las personas.
—Si, padre.
Por lo lejos se puede divisar a un matrimonio, ambos pálidos como vampiros y rubios como el sol. Los Malfoy.
Ambos adultos se aproximan hacia la familia Avery.Al cabo de unos minutos el mayor de los Malfoy decide presentarse con los niños.
—Ustedes deben ser Adelaide y Eros —dijo mirando a ambos.
—Así es, señor —el pequeño demostraba educación.
—Un placer —Adelaide pretendía ser amable.
—Sabes Adelaide —comenzó su madre—. Los señores Malfoy tienen un hijo de tu edad, tambien es su primera vez en Hogwarts.
—Oh si, Draco —intervino Narcissa—. Ya ha subido al tren, deberías ir. Tal vez sean buenos amigos.
—Seguramente, señora Malfoy —respondió la niña.
—Si, Adelaide. —dijo Dominic—. Es mejor que te marches.
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𝗧𝗵𝗲 𝗮𝗺𝗲𝘁𝗵𝘆𝘀𝘁 𝘄𝗮𝘁𝗰𝗵 (Draco Malfoy)
Fanfiction"Eras ese pequeño rayo de luz y esperanza entre toda la oscuridad"