favorite crime ➳ MIKEY; TOKYO REVENGERS

23: see you soon.

Mikey me dejo en mi casa Justo antes de que el sol saliera e iluminara todas las calles que ya estaban cubiertas con nieve, nos despedimos y prometimos vernos en la escuela. Regrese a mi habitación y espere pacientemente hasta que fuera la hora de levantarme, me sorprendí cuando al bajar de las escaleras me encontré con Kusakabe levantando todo el desastre de la noche anterior con mucho cuidado y dedicación que a penas nota que estoy parada detrás de él, así que se asusta al verme y deja caer las latas vacías que sostenía en sus manos.

-Kaede - me dice suspirando - Crei que te habías ido a la escuela.

-Estoy a punto de irme- le informo, decido que hablar con él sería bueno así que termino sentándome en el sillón individual viendo como limpia el desastre - Tú y mi mamá se divirtieron ¿no?

-Un poco - contesta divertido - ¿Estas molesta por eso?

Negué. Realmente me beneficiaba más tener a mi madre entretenida con algo más que no fuera yo, que salir de su radar por unos días era lo mejor que me podía pasar y aunque aún seguía molestándome Kusakabe solo él sabía cómo diablos domar a mi madre así que estaba dispuesta a tenerlo más tiempo aquí si eso significaba que mi madre estaría portándose de esa manera tan despreocupada, incluso ahora no podía pensar en alguna ovación en la que ella no se levantara temprano para prepararme el desayuno, está parecía ser la primera vez de eso y disfrutaba sentirme tan relajada en mi propia casa. Jamás me había sentido así.

- En navidad - digo llamando la atención del adulto - ¿puedes ocuparte de ella?

-¿Tienes planes?- asentí. Realmente no tenía ninguno pero planearía algo en tan pronto él accediera a distraer a mi madre - Entonces ¿que me darás a cambio por encargarme de ella?

-¿que quieres?- pregunte curiosa - dinero no tengo y no sé qué otra cosa puedo ofrecerte a parte de eso.

Kusakabe suspira, deja de limpiar y termina sentándose sobre el gran sillón, tiene su corbata aflojada y sus cabellos están despeinados, parece que no ha dormido bien y puedo asegurar que mi madre lo ha mandado a dormir a la tina de su baño o en el mejor de los casos y dormi dado junto a ella pero no quería imaginarme eso.

- Iremos a cenar - me dice - Se que odias la idea de verme como figura paterna pero ya que próximamente viviremos juntos lo mejor será llevar la fiesta en paz ¿no?

-¿Solo eso?- insistí. Una cena con Kusakabe sería lo más fácil porque solo le diría aquella mierda que él tanto quiere escuchar mi.

-Solo eso - sentencia seguro y me extiende la mano, yo se la estrecho sellando así nuestro pequeño trato improvisado para que él se encargara de mi madre en la noche de navidad.

Kusakabe observa cómo abandonó mi lugar y camino en dirección a la puerta con mi mochila colgando del hombro y con aquella ojeras marcadas bajo mis párpados, creo que él sabe lo que ha pasado conmigo en la noche pero como el buen cómplice que es no hace alguna pregunta y solo se limita a despedirse de mi con la mano.

Lo primero que veo al salir de mi casa en la ligera capa de nieve que aún quedaba, el sol brillaba mucho y no había tanto frío como lo había hecho horas atrás así que la nieve no duraría mucho y comenzaría a deshacerse, deseaba que antes de noche buena volviera a nevar haciendo que por fin la ciudad vuelva a teñirse de blanco, me pongo en camino a la escuela repasando las fórmulas de matemáticas en mi cabeza y recordando los últimos temas que hemos visto en clase, debo ser capaz de aprobar con buena nota los exámenes y de ahí las vacaciones de navidad serían mi pequeño descanso.

Sin embargo, aún tenía en mente aquello de hablar con Emma y Mikey sobre lo de Shinichiro y también quería preguntarle a Hanagaki que diablos se traía entre manos que de pronto cada cosa que hacíamos él lo terminaba descubriendo. No desconfiaba de él, pero era raro que pudiera saber las cosas con exactitud, como si pudiera ver el futuro o predecirlo por completo lo cual era imposible, no tenía lógica.