favorite crime ➳ MIKEY; TOKYO REVENGERS

21: hello, again.

Ignore por completo la mirada de los chicos cuando pase por su lado a penas deteniéndome para despedirme de Chifuyu, tenía que comprar unos libros para estudiar así que acompañar a Emma a casa hoy nuevamente no sería posible así que bese la mejilla de la rubia y me puse en marcha a la parada de autobús esperando por el que me llevaría hasta el centro de la ciudad en donde las grandes tiendas acaparaban toda la atención.

Ni si quiera me había tomado la molestia de ver a Mikey otra vez. Si él iba a usar como excusa que ToMan estaba metido en problemas entonces eso solo demostraba lo mucho que quería alejarme de él, no lo soportaba, quería golpearlo hasta que mis manos dolieran y mis lagrimas dejaran de salir de mis ojos. Me detuve en la parada esperando por mi transporte, no era la única esperando, habían chicos de mi escuela que iban a grupo armando alboroto, riendo y riñéndose solo porque iban a divertirse a otro lugar. Sentir envidia de las demás personas era algo a lo que estaba acostumbrada, envidia su vida, su felicidad, su libertad, de lo mucho que podían hacer lo que ellos quisieran sin dudar un segundos.

El autobús se estacionó en frente de nosotros y me apresuré a subir tomando los asiento de atrás, aquellos que en su mayoría siempre estaban desocupados por lo lejos que estaban, el grupo ocupa los lugares de adelante y yo solo dejo de mirarlos porque sé que es descortés hacerlo tanto. Es segundos el autobús se pone en movimiento por su ruta habitual, al menos me alegraba no tener que volver a casa después de la escuela, mi madre y yo seguíamos sin cruzarnos palabra y sabía que Kusakabe haría su aparición porque se había vuelto costumbre tenerlo en la casa durante la cena con la excusa de que le quedaba cerca y quería vernos.

El autobús se detiene en su siguiente parada en donde es abordado por algunas personas mayores y algunos otros pasajeros terminan con su viaje. Me fijo en la ventana observando lo cerca que estoy de mi destino, ir a la zona céntrica sola se sentía raro porque siempre venía acompañada de Emma pero ella tenía cosas que hacer y no quería preocuparla. Pego un respingo cuando noto que el asiento a mi lado es ocupado sin aviso.

-Sigues siendo fea - escucho decir a la persona a mi lado, molesta le miro porque me ha insultado y ni si quiera la conozco.

Mis ojos conectan con los suyos y es como si de nuevo se tratara de nosotros dos en esa pequeña habitación rodeados de herramientas y el olor a aceite. No ha cambiado casi nada a excepción de sus pestañas que son más largas y definidas, aquella cicatriz sigue cubriendo su rostro, su cabello ha crecido haciendo pequeños risos en el, sigue teniendo esa expresión de desinterés la misma que le vi colocar hace dos años en la tienda de Shinichiro cuando atravesé la puerta. Verlo de nuevo sin aviso, tenerlo a mi lado, simplemente me trae viejos recuerdos y no lo vi ni una sola vez después de ese día así que me había tomado por sorpresa.

Inui Seishu me lanza una media sonrisa mientras ocupa el lugar a mi lado y yo simplemente creo que estoy viendo una ilusión de él, que ahora que no tengo a Mikey a mi lado que comenzado a alucinar con personas que quería ver pero cuando mi mano se estampa contra su mejilla a penas golpeando noto que es real, mi rostro de sorprendida debe de darla gracia porque él ríe e imitando mi acción también él coloca ambas de sus manos en mis mejillas aprisionando mi rostro.

-Inui - le digo, pronunciar de nuevo su nombre es toda una experiencia nueva y me llena de alegría verle porque con él hay buenos recuerdos - Sigues siendo molesto.

Lleva el uniforme de su escuela pero hay un chico en el asiento frente a nosotros que nos mira atentamente, me siento un poco incómoda pero el rubio lo mira y aquello hace que el chico de cabellos de negro regrese la mirada al frente. Confundida me vuelvo a concentrar en el rubio y por fin ambos soltamos nuestras mejillas. Después de ese día no volví a ver a Inui por la tienda y con la muerte de Shinichiro tiempo después era como el fin de todo, sabía que no vivía cerca de nosotros pero nunca le pregunte donde podía encontrarlo si quería volver a verlo, ahora que nos encontrábamos tiempo después me ponía feliz que en todo ese tiempo él siguiera recordándome como yo lo hacía con él. Seguía siendo interesante.