favorite crime ➳ MIKEY; TOKYO REVENGERS

07: can you see me?

Verano, 2003.

Mis cortas piernas corren lo más rápido que pueden una vez he notado que mi madre se ha ido por fin a almorzar con sus amigas, ella me ha pedido que me quede en casa mirando algo en la televisión o que lea algún libro de los que me ha comprado recientemente, de seguro ella debe pensar que le he obedecido sin rechistar porque ha olvidado poner el pestillo a la puerta. Cuando doblo la esquina puedo reconocer la casa de los Sano a la perfección y me alegro cuando veo la gran puerta abierta como de costumbre, no dudo en atravesar el camino de adocreto que siempre me ha parecido precioso y me detengo frente a las salas del dojo.

El abuelo de Emma tiene un dojo en donde la mayoría de los niños del vecindario solían ir a entrenar sin falta alguna todos los días, las puertas siempre están abiertas dejando pasar el aire y así también una vista mejor de todo el lugar. El anciano nota mi presencia cuando curiosa me asomo en busca de mi objetivo.

━¡Kaede!━ me saluda acercándose a mi ━ Hace mucho no te veía, me alegra verte aquí. ¿A quien de mis nietos buscas?

Su pregunta me hace sentir un poco nerviosa. Habían muchas cosas que me gustaban, como los dulces, las películas de comedia o musical, los días lluviosos y sobre todo los hermanos Sano, probablemente aquel era mi mayor gusto, me parecían como un imán al que no podía resistirme pero siempre hay un favorito ¿no?

━ Shinichiro ━ la risa del abuelo hace que más de uno de sus estudiantes le mire raro, yo solo me encojo de hombros formando un puchero en mis labios deseando que me diga donde esta el recién nombrado pero como única respuesta el adulto me extiende una mano haciéndome entrar por fin a su sala de practica.

Hay una cabellera rubia que identifico casi de inmediato, pero me concentro más en el anciano que me arrastra detrás de el sin decirme nada, cuando me suelta y creo que va a decirme lo que quiero oír solo me ordena que imite lo que los chicos de ahí hacen. Molesta, obedezco. Mi madre ha dicho que no importa quien sea que siempre debo obedecer a los mayores y más a la gente adulta porque ellos tenían mucha más experiencia que yo y que obedecerlos dejaría en claro que tenía una buena educación en casa y me halagarían, así que soltando un suspiro me coloco en donde me ha dicho solo para imitar el mismo movimiento que los chicos quienes no entendían que pasaba y por qué de pronto una niña se unía a ellos.

━ Oye haces todo mal ━ Manjiro que era el más molesto de los hermanos y a quien siempre evitaba a toda costa se coloca a mi lado mirándome curioso y señalando cada cosa que hacía mal ━ Así solo lastimaras tu puño.

━Déjame ━ le pido mirándolo solo unos segundos ━ Tu abuelo me colocó aquí.

━Emma no esta en casa ━ me dice ignorando que segundos atrás le he dicho que me deje pero el realmente nunca hace lo que le pides y por eso me ponía los nervios de punta y quería golpearlo todo el tiempo. Ahora comprendía mejor porque Baji y el eran buenos amigos a pesar de golpearse siempre en el parque como un extraño ritual de su amistad ━ Kaede pegas como niña.

Y con mi paciencia agotándose por completo no dudo en clavarle el puño en su rostro haciéndolo dar unos pasos atrás y en lugar de detener la pelea que podía formarse si el decidía devolverme el golpe su abuelo solo ríe y me anima a darle otro igual de fuerte pero el idiota había tenido razón al decir que estaba haciendo el movimiento mal y que me lastimaría el puño. Mikey se levanta del piso con su mano tocando el lugar donde le he pagado pero ríe por lo alto, como si le hubiera contado un chiste o tuviera algo en el rostro.

━Kaede ━me llama su abuelo ━ Esta en el garaje.

Paso de largo a Manjiro quien no ha parado de reírse y abandono la sala de practicas siguiendo el camino de siempre hacía aquella bodega que Shinichiro usaba todos los días para arreglar las motos, acomodo mi cabello recordando que en la televisión han dicho que recoger el cabello en una coleta alta te hacía lucir más madura, esperaba que mínimo me hiciera lucir como una estudiante de preparatoria. Mi puño golpea ligeramente la puerta y cuando escucho el "adelante" mi corazón late rápido. El mayor de los Sano deja de hacer lo que sea que estuviera haciéndole a aquella moto, me sonríe y me anima a pasar cuando nota que me he quedado en blanco.