favorite crime ➳ MIKEY; TOKYO REVENGERS

28: roppongi dream.

De alguna forma u otra cuando llegue a casa mi madre solo me mando a dormir, le insistí a Mikey que estaba bien y que no tenía que preocuparse por mi ya que el susto había pasado, solo deseaba que el igual fuera a casa y evitara meterse en problemas. Había tenido muchas emociones en una sola noche pero ahora que Koko e Inui se habían unido a la ToMan aquello me hacía sentir más aliviada y también significaba que nos veríamos seguido así que me ponía de buen humor aquello.

Parecían que mis problemas principales comenzaba a resolverse y ahora solo me quedaba uno: devolver el lujo anillo. Si no quería que mi madre le hiciera preguntas y sospechara de mi tenía que devolver aquel anillo a los hermanos Haitani a más tardar mañana o pronto acabaría metiéndome en algún otro tonto problema que no era necesario. Me había quedado sorprendida de que Kisaki y Hanma hubieran sido expulsados, no sabía muchas cosas sobre aquello pero debieron de haber hecho algo demasiado fuerte como para que Mikey quien adoraba a su pandilla decidiera deshacerse de ellos de un solo golpe.

Me ponía nerviosa pensar en ir a Roppongi por mi cuenta, sola y para encontrarme con dos chicos a los que les había mentido pero no quería involucrar a más personas y quería evitar problemas a toda costa, ahora más que nunca debía evitar meterme en problemas con chicos desconocidos porque aquello acabaría en algo grande, algo que se saldría de mis manos y que Mikey estaría dispuesto a terminar a su manera y su manera significaba golpes, policías y la ToMan encargándose de todo.

No se me había pasado por la mente ni una sola vez el hecho de que, ahora que Mikey y yo éramos novios aquello merecía ser contado a mi mejor amigo así que debía de visitar a Baji pronto y, que, también Shinichiro debía de saber sobre eso. Si él estuviera vivo y nos viera ahora no dudaría en burlarse de nosotros diciendo que los que se pelean se quieren y toda clase de tontería solo para molestarnos a mí y al rubio. Shinichiro probablemente nos animaría a seguir adelante, a darnos su bendición y le haría feliz saber que estábamos juntos ahora.

Deseaba que pronto pudiera contarle a mi madre sobre Mikey, sobre Shinichiro, sobre lo mucho que los hermanos Sano me habían ayudada cuando ella solamente se encargaba de atormentarme por nuestro bien común. Aus que para que aquello pasara necesitaba esperar mucho, demasiado tiempo para simplemente mencionar aquellos nombres en alguna de nuestras conversación, mi madre siempre había estado feliz de mantenerme bajo su control, pero ahora comenzaba a darme cuenta de que podía comenzar a tomar mis propias decisiones y que si conseguía el coraje necesario comenzaría a revelarme con ella.

Pronto lo haría.

(...)

Adoraba Roppongi por las grandes tiendas, el buen ambiente que había y el estilo de vestir de las personas que pasaban la mayor parte de su tiempo recorriendo estas calles, era un barrio de lujo, con tiendas de grandes marcas famosas y con alquileres sumamente exagerados por un pequeño departamento pero debido a la zona alcanzaban aquel precio. Solo había venido aquí un par de veces y en todas esas veces mi madre me dejó en claro que aquí ella solía pasar el tiempo después de la escuela cuando mis abuelos seguían pagando sus cuentas y aún no conocía a Kusakabe.

Creía que mi madre era tonta por dejar una buena vida por Kusakabe pero no iba a culparla, incluso yo abandonaría mi vida actual si Manjiro me pedía irme con el del otro lado del mundo en cualquier momento, comenzaba a comprender todas esas locuras que uno solía hacer por amor. Camino sin rumbo mirando a cada persona intentando encontrar aquellas caras conocidas de aquel día y el anillo aún está en mi dedo y juego con el nerviosamente. Emma me dijo que me divirtiera en Roppongi y le mentí a Manjiro diciendo que debía recoger unas cosas que mi madre había ordenado en una tienda días atrás, el rubio insistió en acompañarme pero le prometí vernos durante la noche cerca del parque y el acepto contento. Odiaba mentirle pero era necesario en esos momentos.