18: protect.

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Después de la calma siempre viene la tormenta, en mi caso mi tormenta se trataba de mi madre y la calma se había tratado de aquellos días que había pasado fuera de casa con Mikey, es por eso que en cuanto cruzo el umbral de la puerta me siento totalmente preparado para lo que sea que mi madre vaya a decirme o hacerme. Puedo escucharla en la cocina, debe de estar preparando la cena.

Después de la fiesta de Emma los chicos se quedaron una noche en la casa de mis abuelos, durante la mañana siguiente visitamos algunos lugares y en la tarde tomamos el autobús que nos llevaría a casa, yo arrastraba mi maleta por todo el piso y en cuanto entre a la cocina su mirada se posó sobre mi. Creía que correría con más suerte si Kusakabe seguía merodeando por aquí pero no vi indicio de su presencia por la casa, nuevamente volvíamos a ser ella y yo pero ahora temía más por mi vida que por otra cosa.

Pego un respingo cuando la veo soltar el cuchillo con el que cortaba los vegetales para la sopa, caminó hasta mi planteándoos en frente, las comisuras de su labios a penas se levantaban porque los mantenía en una linea, respiró hondo y frunció el ceño. No era la primera vez que pasaba, había ocurrido muchas veces cuando era niña y la desobedecía pero había pasado tanto tiempo desde la ultima vez que la había desobedecido que había olvidado lo fuerte que sus manos suelen estrellarse en mis mejillas, no fueron una y tampoco fueron dos, perdía la cuenta porque el dolor nubló mis ojos y porque mi cabeza comenzaba a doler.

Mamá parece cansarse en algún punto que deja de darme de bofetadas para peinar con sus manos sus cabellos largos detrás de su oreja, respira hondo de nuevo y planta una sonrisa en rostro para abrazarme entre sus brazos en lo que parecía un abrazo.

-No vuelvas a hacer eso, Kaede - me pide, puedo sentir su pecho vibrar con cada palabra que pronuncia, mis mejillas arden como el infierno que a penas quiero mover mis labios porque duele - Estaba preocupada.

Preocupada. ¿Realmente podría creerle aquello? ¿Ella realmente se había preocupado por mi o por lo que dirían las personas si se enteraran que había huido? Supe que regresar a casa traería muchos problemas consigo pero no podía evitarlo, después de todo era mi hogar y no tenía otro lugar al cual ir. Mis abuelos tarde o temprano se molestaría de tenerme ahí. debía volver a la escuela y no podía olvidarme de Baji aún.

Mamá deja de abrazarme y me pide que tome asiente en la mesa porque la comida ha estado lista y que le gustaría volver a cenar con su hija después de tanto tiempo. No tengo hambre, pero no quiero hacerla enojar más.

-Tus maestros fueron amables conmigo y me dieron tus tareas pendiente - explica - deberás ponerte al día. Despeja tu mente con lo de Baji y concéntrate en la escuela ¿ok? Un error más y te juro que no dudare en encerrarte tu cuarto con llave durante todo el día.

-Si - digo - Prometo no volver hacer algo así.

- Eso es bueno, no necesitamos volver a pasar por esto, debes tener en claro que apuntamos a una Universidad Nacional - ella deja mi plato frente a mi acompañado de las guarniciones - No hay espacio para errores y distracciones.

Me encogí de hombros clavando mis palillos en el arroz tomando a penas un poco, los lleve con mi mano temblorosa a mi boca y me permití llorar por primera vez en el día. Se sentía amargo, como si de pronto todo a mi alrededor diera vueltas y la comida fuera un asco, se sentía como si mis ganas de vivir de nuevo fueran casi nulas y contemplara la idea de acabar con mi vida. Quería levantarme de la mesa e ir a mi habitación a dormir, ver su cara, verla actuar de esa manera tan indiferente a veces me hacía pensar si alguna vez ella estuvo feliz de haberme tenido.

La mayoría de las madres considerabais a sus hijos como el mayor regalo de su vida, la mía probablemente me consideraba su peor error y la única manera para compensar mi existencia eras hacerme ver que debía ser alguien exitosa de la que ella pudiera alardear frente a todos. Esa sería su forma de decir "Miren, mi error logró sobresalir" pero lo único que quería escuchar en esos momentos era la risa de Mikey diciéndome que otra vez comenzaba a llorar por tonterías.

favorite crime ➳  MIKEY; TOKYO REVENGERSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora