Parte 18

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Capítulo 18

Pandora dio con Envy más rápido de lo que yo pensé. La chica estaba en la selva, sentadita a solas sobre un tronco y suspiraba como si la hubieran rechazado por su pareja. La vi de espaldas: el cabello oscuro a la altura de los hombros, su cola moviéndose de lado a lado igual que un gatito abandonado... me dio un poco de lástima y me puse a dudar si sería buena idea arriesgarme con ella.

—¿Qué harás? —Preguntó Meredy—. Necesitarás de un arma sirviente si quieres enfrentar a Luna Roja.

—No voy a enfrentarlos, pero quiero estar preparada por si llego a toparme con un demonio.

Me pasé los dedos sobre el cabello, carraspeé para aclarar mi garganta y salí de mi escondite. Envy me descubrió enseguida y se volvió hacia mí. Retrocedió con una carita de timidez y jugando nerviosa con sus manos.

—Ah, no vine a lastimarte —dije antes de que echara a correr—. ¿Podemos hablar?

—¿Sobre qué? Dijiste que no necesitabas de un arma sirviente.

—Sí —suspiré—. Digo muchas cosas de las que me arrepiento.

Al ver que no hacía intentos por correr de mí, me acerqué un poco más y sólo hasta entonces me di cuenta de lo linda que era. Estaba vestida con una falda de cuero a media pierna y un corpiño que alzaba sus pequeños pechos, dejando su ombligo expuesto. Su piel era blanca como el mármol y tenía un ligero rubor en las mejillas.

—¿Qué le pasó a tu dueña?

—Ella falleció —bajó la cabeza tras revelarme la verdad y volvió a sentarse.

—Oh, cielos. Perdón por preguntar algo así.

—No importa. ¿Qué pasó con tu arma sirviente?

—Dijo que no era lo suficientemente buena para ella, y se marchó.

Al contarlo de esa forma, me pareció tan simple y doloroso, que tuve que hacer esfuerzos para no ponerme de malas. Pensar en Cinder me provocaba ansiedad y frustración. Sus palabras seguían doliéndome y todo en lo que podía pensar, era en ver su cara de arrepentimiento.

—Qué cruel. Las armas sirvientes estamos hechas para ayudar a nuestros invocadores y no para perjudicarlos.

—Creo que ella era peculiar. En fin... ha pasado algo. El mundo está en peligro y pensaba que tener un arma sirviente podría darme cierta ventaja. ¿Quieres que seamos pareja?

Mi pregunta la tomó por sorpresa. Sus ojitos verdes se abrieron de par en par y balbuceó una respuesta antes de sonrojarse mucho y apartar la vista de mí.

—Ah... eh... sí.

—¡Genial! —Me puse de pie—. Me llamo Leora Wolfmoon.

—Soy Envy.

Extendí una mano para estrechar la suya. Envy miró fijamente mis dedos, como si estuvieran llenos de tierra, y justo cuando creí que iba a rechazarme, sujetó mi mano y su cuerpo se convirtió en una silueta blanca y brillante. Se alargó como si fuera una serpiente y se enredó en mi torso para formar un vestido-armadura, con una placa protegiéndome el pecho, la espalda y los brazos. Pesaba lo suyo y tuve problemas para mantener el equilibrio. Aun así, sentí el aumento de energía fluyendo por mis venas. Mi cabello se tornó en una melena roja y en mis manos se formó una espada con la empuñadura azul y la hoja negra cubierta con detalles dorados.

—¡Wow! —Exclamó Pandora—. ¡Te ves increíble!

—Es... extraño —dije mirándome las manos cubiertas por guanteletes metálicos—. Me siento desnuda.

[Terminado ]Lujuria Demoniaca [Lésbico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora