Parte 17

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continuacion :3

Capítulo 17

Mamá estaba molesta conmigo. Seren enfermó después de pescar un virus quién sabe dónde y su madre estaba cuidándola. En lo que se refería a Pandora y a sus padres... bueno, ellos estaban pasándola la mar de bien en la cama y no me atrevía a interrumpir.

Estaba sola, y estar de vacaciones sin nadie con quién hablar, es de las cosas más incómodas y frustrantes del mundo. Quería regresar a casa, meterme bajo las sábanas y seguir pensando en qué hacer con el resto de mis días. Posiblemente me la pase haciendo mandados a los vecinos, o quizá consiga un trabajo de medio tiempo en alguna tienda de productos exóticos. Además, ¿quién quería ser una dunkel y cargar con todo ese honor?

Yo, por supuesto.

Resoplé y hundí los pies en el agua del estanque. Había regresado para estar a solas y meditar un poco más sobre mi situación. Una parte de mí estaba cansada de sentir compasión conmigo misma, pero al mismo tiempo, otra sección de mi cabeza estaba feliz con esto porque, en cierta manera, sentía una relativa paz y tranquilidad. Si nada me importaba, nada me haría infeliz.

Una ramita se partió en alguna parte y ese sonido me puso en alerta. Estaba en pelotas dentro del agua fresca, así que nadé hacia la orilla y empecé a recoger mi ropa. No quería espías. Suficiente tenía intentando ocultar mis penas.

—Aguarda, no te asustes.

Era Meredy. Salió de entre los arbustos con la misma actitud de un animalito asustado. Llevaba un coqueto vestido de cuero hasta la rodilla y su cabello ondulado estaba atado con una coleta.

—¿Qué haces aquí? Pensé que estabas en la cama, con mi mamá.

—No, ella está durmiendo. Uhm... hay algo que quiero decirte.

—Pues te escucho. ¿De qué se trata? ¿No vas a decirme que doy pena y que debería de olvidarme de Cinder?

—De hecho, sí que tiene que ver sobre Cinder. Y sobre Luna Roja.

Se me erizó la piel al escuchar ese nombre. Casi había olvidado a ese culto demoniaco. En teoría, la profesora Suspiria y el director de la academia estaban encargándose de ese tema.

—¿Qué hay con eso?

—Verás... Luna Roja está tratando de capturar a Cinder.

—Eso lo sé —respondí, sentándome sobre la roca al lado del estanque. Crucé las piernas para que no se me viera lo demás, pero no tuve pena de dejar mis pechos expuestos para Meredy. Y de todos modos, dudaba que ella sintiera algo al verlos. Estaba fascinada con las tetas de mi madre—. Peleamos contra un demonio.

—Darren, sí.

—¿Lo conoces? —Crucé los brazos y un sexto sentido se activó en mi cabeza—. Espera, ¿qué está pasando? ¿Qué ocultas?

—Leora, te lo diré sólo porque ya no tengo deseos de participar en esto. Yo... era un miembro de Luna Roja.

En el momento que me lo dijo, un escalofrío bajó por mi espalda y me erizó cada centímetro de la piel. Me levanté como si tuviera una aguja en el culo y retrocedí un par de pasos, como si eso pudiera borrar lo que Meredy acababa de confesarme.

—Mientes.

—Es la verdad —aseguró ella—. Fui... fui enviada para recabar información y tratar de capturarla. Ella es una princesa oscura y la guardiana de la Deathraze, la...

—Espada del Mundo. También lo sé. ¿Por qué me estás diciendo esto?

—Yo soy uno de los miembros más nuevos de Luna Roja. A mí y a mi ama nos reclutaron para formar parte de ese culto y... bueno... romper los sellos que mantienen a los infiernos separados.

[Terminado ]Lujuria Demoniaca [Lésbico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora