Parte 28

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holaaaa! debi subir el cap ayer, pero tuve un dia ocupado, se los dejo hoy :3 disfrutenlo 

Capítulo 28

Momentos antes...

Suspiria me daba pavor. Si siendo profesora conseguía intimidarme, el que de repente ella fuera mi contrincante hizo que me temblaran las piernas. Además, estaba preocupada por Envy. Confiaba en ella y en su poder, pero Cinder era Cinder y hasta yo era consciente de que sus fuerzas estaban por encima de la media. Temí que le pasara algo a mi arma sirviente y siendo honesta, por un momento pensé en dejar de perseguir a la maestra Hallewel y dar media vuelta para ayudarle con su pelea.

Aun así, me obligué a continuar. Seguí a Suspiria hasta que entró en un agujero cavado en la montaña. Ella se dio la vuelta en cuanto aterricé (casi me voy de bruces contra el suelo. Esto de volar no era tan sencillo como lo pintaban).

—Sigues aquí ¿eh? —dijo la mujer. Marchó hacia un monolito que era dos veces más alto que ella—. Te lo preguntaré otra vez: ¿Te unirás a mí?

—Y yo le responderé por segunda ocasión: está loca. Maestra, si hace esto, le aseguro que provocará un caos y traerá la muerte y la guerra a todos los infiernos.

—Alguien tiene que hacer esto —dijo Suspiria. Se acercó al monumento y deslizó la mano sobre las inscripciones esculpidas en la superficie de la piedra—. ¿Sabes lo que es?

—No. De hecho —miré a mí alrededor—. ¿Qué es esta montaña?

—No es una montaña. Estamos dentro del cráneo de lo que solía ser un Demonio Mayor.

—¿Un... cráneo? —De pronto me sentí microscópica y una parte de mi mente se negó a creer en la maestra Hallewel. Ya me había mentido antes—. ¿Cómo es esto?

—Los infiernos solían ser un solo mundo. Hubo una guerra entre los Demonios Mayores y, después de eso, nuestro hogar fue partido en siente segmentos. Esos son los siete infiernos.

—¿Y este cráneo le perteneció a uno de esos seres?

—Sí. Con el tiempo, la carne se secó, los huesos se endurecieron, los elementos lo desgastaron y la vegetación empezó a crecer. Por eso es que no le encuentras forma si lo miras desde lejos. Y este monolito —dijo señalándolo como si estuviera en una de sus clases en la academia dunkel—, es donde nuestros ancestros escribieron sus últimos deseos: que los infiernos volvieran a ser uno solo.

—¿Y para qué?

—Somos seres de oscuridad, Leora. Está en nuestra naturaleza destruirnos. Si lográsemos romper con todas nuestras diferencias y pelear en contra de aquello que llevamos en la sangre, esa fuerza que nos incita a pelear, seríamos una auténtica civilización. ¿No lo entiendes? Ya no habrá qué vivir aislados y pensando que somos enemigos. Habrá armonía.

—Los de Luna Roja no piensan así. Ellos quieren romper las barreras que dividen los infiernos y desatar la muerte.

—Sí, pero ellos no tienen a la Deathraze y yo sí. Gracias a eso, podré controlarlos. ¡Gobernaré ese nuevo mundo!

Sólo por un instante, creí ver algo de nobleza en los actos de la maestra Hallewel, pero eso se esfumó enseguida cuando cavilé en las secuelas que tendrían sus acciones: guerra, desconcierto y muerte. Y yo tenía una familia a la que proteger. Amigos por los que luchar.

—Apártese de ese monolito, por favor. Sea razonable y deme la oportunidad de arreglar este enredo.

—Ya es tarde —resopló—. Los demonios se masacran los unos a los otros. Las nuevas generaciones han olvidado que antes éramos una raza unida. ¿Qué futuro nos espera?

[Terminado ]Lujuria Demoniaca [Lésbico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora