Parte 26

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hola! les dejo cap,

Capítulo 26

En cuanto llegamos a la academia, Envy y yo corrimos hacia mi salón de clases. A medida que nos acercábamos, empecé a sentir la presencia de Cinder y eso aceleró mi corazón. Era como si estuviera yendo a visitar a una vieja ex novia. Su esencia, su aura, me provocaba náuseas. Una parte de mí quería verla y la otra, darle la espalda y olvidarme para siempre de ella.

—Es aquí —dijo mi arma sirviente y puso la mano en el picaporte—. ¿Estás preparada?

—Lo estoy —mentí. De hecho, no estaba lista en lo absoluto.

Envy abrió la puerta. Yo fui la primera en entrar y vi a Cinder sentada sobre el escritorio, con la maestra Suspiria delante de ella. Me pareció que había interrumpido una conversación, porque las dos se pusieron nerviosas al verme llegar.

Cinder se bajó de la mesa y enrolló su cola alrededor de su cintura. La maestra se limitó a sonreír y se alejó para apoyar la espalda contra la pared.

—¿Qué haces aquí? —Preguntó Cinder—. ¿Es que no hay forma de que me dejes en paz?

Por un momento, antes de verla, llegué a pensar en que ella había cambiado, que al menos mostraría un cierto respeto hacia mí. Al parecer, estaba equivocada.

—Hemos venido por ti —dijo Envy antes que yo. Mi arma sirviente se paró enfrente de mí y sentí su aura crecer y expandirse por todo el salón.

—¿Por mí?

—Corres peligro —Intervine antes de que Envy tomara la palabra—. Los Luna Roja quieren usarte para romper los límites de los infiernos y provocar una guerra masiva entre los demonios. Si te atrapan... podrían hacerte daño.

—Eso lo sé —respondió sin siquiera inmutarse—. Y estoy de acuerdo en que lo hagan.

Sus palabras me dejaron pálida, como si flotara en el vacío. Un escalofrío reptó por mi columna y sólo entonces, me di cuenta de que la maestra Suspiria estaba riendo en voz baja.

—¿Qué... qué está pasando aquí?

—Eso es claro —Cinder miró a la maestra por encima de su hombro—. La unificación de los siete infiernos es lo que necesitamos para que todos los demonios podamos convivir en paz y armonía.

—¿Paz y armonía? ¡¿Estás loca?!

—¿No confías en nuestro juicio, Leora?

Suspiria al fin habló, y por alguna razón, la expresión arrogante en sus ojos me dio mala espina.

—¿De qué está hablando, maestra Hallewel?

—Aquí pasa algo —dijo Envy. Su cuerpo se convirtió en una silueta brillante y se lanzó sobre mí para protegerme con el vestido-armadura. La espada Rhapsody apareció enfundada en mi espalda—. Ten cuidado con Suspiria.

—Los demonios solemos pensar que somos distintos, cuando en realidad, compartimos la oscuridad que vive en nuestros corazones. Somos el mismo ser, somos la misma extensión de la naturaleza maldita de la creación. ¿Por qué deberíamos de estar separados?

Lentamente, empecé a atar cabos y sólo hasta que me di cuenta de lo que estaba sucediendo, pude alejarme un par de pasos de la maestra Hallewel.

—¿Usted... quiere que haya una guerra?

—No habrá ninguna guerra —dijo manteniendo su sonrisa—. Cada infierno tiene un rey o reina, y ellos se encargarán de mantener a sus demonios tranquilos.

[Terminado ]Lujuria Demoniaca [Lésbico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora