[Terminado ]Lujuria Demoniaca [Lésbico]

Parte 19

Gracias gente! tantos comentarios y apoyo en esta obra hacen que me den ganas de seguir con ella :D espero les emocione este cap 

Capítulo 19

Explicarle a mi madre por qué estábamos peleando en mitad de la selva, no fue sencillo. Creí que se alegraría de que tuviera una nueva arma sirviente, pero todo sentimientos de orgullo desapareció en cuanto le dije lo que los demonios de Luna Roja planeaban hacer: abrir las puertas de los infiernos para provocar una sangrienta guerra de todos contra todos.

Jenna y Booker, los padres de Pandora, escucharon mi explicación sin mediar palabra. Al terminar, se miraron el uno al otro y le hicieron una señal a mi madre para hablar en privado. Los tres se fueron a un rincón, y eso nos dejó a mí y a mis amigas tiempo suficiente para conversar.

—¿Debería decirle que soy de Luna Roja? —Preguntó Meredy. Estaba nerviosa y con justa razón. Revelar ese secreto la haría sospechosa y podría meterse en problemas. Por otra parte, mi madre de seguro me presionaría para saber de dónde había sacado la información, y ahí no habría dónde mentirle.

Los adultos se acercaron con miradas de seriedad. Era algo raro de ver en ellos, porque usualmente estaban bromeando y lanzándose indirectas. Era la forma en la que demostraban su amistad. Se conocían desde jóvenes.

—Bueno, la verdad es que es un asunto muy grave —sentenció Ralia—. ¿Cómo supiste eso?

—Ah... —balbuceé y miré a Meredy por un instante. La chica se sonrojó y, armándose de valor, dio un paso al frente y habló con la verdad.

—Yo era miembro de Luna Roja.

Se hizo un silencio de lo más espeso en la habitación. Tanto Jenn como su esposo, Booker, se echaron un vistazo y se colocaron a los flancos de Meredy para bloquearle las salidas. Mi madre fue la única que no tuvo reacción alguna, y precisamente por eso me dio miedo. Cruzó los brazos, enderezó la frente y tras contemplar a Meredy durante unos segundos, dijo una palabra.

—Lament.

Invocó a su arma sirviente de clase orgánica, que apareció como una sombra proyectándose desde su espalda y tomó la forma de esa sensual mujer vestida con lencería de cuero. El aura demoniaca de mi madre se hizo evidente y fue tan intensa, que las paredes se pusieron a temblar. Pandora tuvo problemas para mantenerse de pie y Envy se aferró a mi brazo para recibir energía.

—¿Qué haces... madre?

—Por la autoridad que me confiere la Guardia Demoniaca, y como antigua comandante de legión, pongo a Meredy bajo arresto.

—¡¿Qué?! —la chica retrocedió espantada y cuando mamá caminó hacia ella, yo y Pandora nos interpusimos en su camino.

Eso sacó a mi madre de su cara de seriedad e hizo que pusiera las manos en su cintura.

—¿Qué haces, Leora? Esa chica es el enemigo.

—No es verdad. Ella dijo que había abandonado a los de Luna Roja. ¡No hay necesidad de arrestarla!

—¡Sabe lo que hizo y lo que es! ¡Tenemos que conservar la seguridad del Segundo Infierno!

—Es lo que hacemos —dijo Jenn a su hija—. Pandora, hazte a un lado.

—No... no, mamá. Meredy es amiga nuestra. No podemos dejar que se la lleven. ¿Quién sabe qué cosas horribles le harán en la guardia?

—Leora —repitió mamá—. Esta es mi última advertencia. Apártate y déjame cumplir con tu trabajo.

—¿Tú trabajo? ¿Qué no quieres a Meredy? ¿No te importan todos esos momentos que pasaron juntas?

—Precisamente por eso es que debo arrestarla. Se ganó mi confianza y de seguro lo hizo porque esa era su misión en primer lugar —apartó la vista de mí y la puso sobre la joven demonio—. ¿Me equivoco? ¿Estabas esperando para matar a mi hija y apoderarte de Cinder?