Kiara
Cuando dije que sería lo peor que me podía pasar pensé en que un depravado saliera a tocarme por el bosque, pero en lugar de eso me encontré con un grupo de chicos en una camioneta que me llevaron hacia donde estaban mis compañeros. Hablamos un rato de la vida hasta que me dejaron aquí con Zack, Andrew y mi hermano, ahora teníamos que buscar un lugar para acampar.
Damián no pregunto porque Zack me dejó tirada a la mitad de la nada, simplemente me dijo que si estaba bien él estaba feliz.
—¿Cuánto más seguiremos caminando? —Le pregunto a Zack que va delante de mí.
—Hasta que encontremos un lugar fijo para poder quedarnos—Contesta caminando más rápido.
Damián no había queriendo venir con nosotros porque quiso ver su podía conseguir leña con Andrew. El problema era que yo no me acordaba del camino de regreso.
Alejo mis pensamientos caminando detrás de Zack quién mira a ambos lados como si estuviésemos perdidos, sigue caminando directo hasta que llegamos a un lugar donde los árboles no nos dejan pasar.
—Solo di que estamos perdidos—Hablo tomando un poco de agua.
—No lo estamos, yo he recorrido este bosque desde que tengo memoria—Me gruñe caminando hacia el lago para lavarse las manos.
—La memoria te falló—Bramo enfadada sentándome en un tronco—Ahora estamos aquí a la mitad de la nada por tu culpa.
—Cállate, estoy tratando de pensar—Saca su celular para buscar cobertura, pero falla.
—Señor inteligencia, aquí no tenemos señal—Ruedo los ojos por la estupidez que estaba haciendo.
Se queda en silencio y suelta un suspiro sentándose a mi lado, me quito la mochila y busco cosas para comer mientras él intenta aceptar que estamos perdidos.
—Estamos perdidos—Susurra.
—¿Nos sorprende? —Pregunto—No, nos sorprende.
—Ahora tenemos que acampar los dos, Damián y Andrew no creo que se molesten en venir a buscarnos, ellos saben que tú estás en buenas manos.
—Bueno.
Observo el lugar que está lindo para acampar y comienzo a buscar las cosas en mi mochila, saco la comida, la cobija que traje junto al saco de dormir y observo que me falta el camping. Busco entre las cosas sacando todo, pero es en vano, no lo traje. Genial, ahora me tengo que quedar toda la noche despierta.
Fijo mi vista en Zack que comienza a armar su tienda y no le observa en ningún momento, termina de arreglarla y la abre dejándome ver lo grande que es internamente, mete sus cosas adentro y se estira viéndome seriamente.
—¿Vas a dormir en el suelo? —Pregunta en burla—Damián tenía las dos tiendas en el otro bolso porque se supone que tú no podías llevarlo.
—Voy a dormir cerca del fuego, he pasado por cosas peores—Le doy una sonrisa y meto mis cosas en la mochila.
—Acompáñame por leña, no nos vamos a morir de frío en la noche.
Camina por entre el matorral y lo acompaño tratando de que las hojas no me toquen las piernas, soy alérgica a ellas, con tan solo el roce mis piernas comienzan a picar.
—Cuidado con esa piedra—Mira hacia adelante por mí y me voy hacia un lado.
Va recogiendo palos y en mi momento de distracción las hojas me tocan las piernas, comienzo a rascarme como si mi vida dependiera de ello y Zack sigue buscando palos. Me fijo en las hojas para que no me piquen y estúpidamente me meto en un cultivo de ortiga.
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En Las Manos De Zack ✔️ [EN EDICIÓN]
Ficção Adolescente¿Declararse a su amor platónico? Listo. ¿Llorar por amor a los trece años? Listo. Kiara Robinson había llenado la lista de la vergüenza después de habérsele declarado al mejor amigo de su hermano; Zack Ryder, para ella él era perfecto, para él era...