Capítulo 25

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Kiara

Me encontraba a fuera de la estación de policía, ya había dado mi declaración y había podido enfrentar mi yo del pasado que se atormentaba por todo lo que había sucedido, fue difícil, pero lo logré.

—¿Como te sientes? —Preguntó mi madre mientras manejaba.

—Mejor, mucho mejor.

—Me alegro de que por fin puedas estar en paz. Trataremos de estar contigo siempre, cariño, y te apoyaremos en todo lo que decidas.

—Gracias, realmente lo agradezco demasiado, mamá.

—No tienes que agradecer nada, somos tus padres y ese es nuestro deber.

Me quedé en silencio durante unos segundos y otra vez mamá rompió el silencio que se había formado.

—¿Como van las cosas con Zack?

—Creo que vamos bien—Dije con la vista fija en la ventana—Solo que quiero ayudarlo y no sé cómo.

—Escúchalo, debes hablar con él sobre lo que está pasando y así poder hacer algo al respecto.

—Al paso que vamos siento que no podremos estar juntos—Susurré con ganas de llorar.

—Cariño, no digas eso—Posó su mano en mi pierna sobándome—Lo que sea que esté pasando lo lograrán superar.

—Mamá, él tiene miedo de ser como su padre y yo todavía no logro superar los traumas de mi abuso sexual. ¿Crees que podemos estar bien?

—No, pero...

—No hay peros que valgan, estamos en un punto de nuestra vidas donde ya sabemos lo que queremos, pero no vamos a conseguirlo fácilmente. La vida se encarga de dañar todo lo bueno que llega a mi.

Las lagrimas comenzaron a resbalar por mis mejillas mientras las secaba con la manga de mi abrigo, me dolía el corazón, porque era consciente de que Zack y yo no podríamos estar juntos. 

—Todo se acomodara, dale tiempo al tiempo, y luego de que termines de estudiar podrás pensar con más claridad. Ambos estarán en la misma universidad, así que no todo es malo, bebé—Me dió una sonrisa.

—No estaremos en la misma universidad...

—¿Qué? ¿Por qué?

—La universidad de Gardenia me dió la beca para estudiar allá—Solté conteniendo el sollozo que se alojaba en mi garganta—Estaré algunos años fuera y no creo que él me espere.

—No tengo palabras, creo que deberías hablarlo con él.

—Créeme que lo haré, pero no hoy no esta semana, se lo diré más adelante.

Mi madre se quedó en silencio y yo observando la ventana nuevamente, estaba en una lucha interna conmigo para decirle a Zack lo de la beca, no quería dejarlo aquí, pero tampoco quería renunciar a estar en la universidad de mis sueños.

¿Por qué no puedo tenerlo todo?

Porque la vida me odia, simple.

Mamá se estacionó frente a la escuela y tomé mi bolso acercándome hacia ella para despedirme.

—Te amo, bebé. Cuidate—Besó mi frente y salí del auto caminando hacia adentro.

Caminé por los pasillos sintiendo los ojos de todos los que estaban en los casilleros, me sentía incomoda, demasiado.

¿Y si alguien les contó sobre lo que me pasó?

Seguí mi camino con los ojos fijos en el suelo, hasta que escuché a dos chicas riendo.

En Las Manos De Zack ✔️ [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora