Kiara
Año nuevo ya había pasado y ahora comenzábamos un nuevo año, me encontraba de regreso a casa con Zack conduciendo el auto, habíamos pasado dos semanas fuera de casa y ahora regresamos porque está tarde era mi viaje a Gardenia, fue una despedida perfecta.
Los dos pasamos el año nuevo juntos en una cabaña alejada de la ciudad, sin interrupciones, ni cosas que hacer, fue algo realmente emocionante.
—Pudimos sobrevivir dos semanas viviendo juntos—Sonrió Zack acariciando mi pierna.
—Fueron dos semanas maravillosas, exceptuando tu maldito desorden de ropa por todo el suelo, Zack, eres un desastre en serio.
—Lo siento nena, pero no fui a una cabaña contigo para hacer limpieza, quería disfrutar de tu compañía.
—Excusas.
Saqué mi teléfono echándole un vistazo al apartamento que habían comprado mis padres cerca a la universidad, era bonito perfecto para una pareja. Constaba de dos habitaciones con baño privado, sala amplia, un balcón con puertas de cristal y vista a toda la ciudad.
Lo tenía todo, solo faltaba Zack.
—¿Cuándo te transfieren?
—Está entre Febrero y abril, realmente no lo sé, nena.
—No quiero esperar mucho para estar contigo, me voy a sentir sola en el apartamento.
—Tienes casa sola para que puedas pasarla genial con los nuevos amigos que vas a hacer.
—No creo que tenga amigos, sabes que soy una persona alejada de todas las estupideces que hacen algunas chicas de mi edad, a mi realmente no me interesa cual es la nueva moda, quién está con quién, y esas cosas.
—Me encanta que seas tan así.
—Sabes que siempre he sido así.
—Y por eso me gustas.
Me acomodé en mi puesto y observé la ventana durante un rato, todavía nos faltaba mucho por regresar.
—¿Puedo hacerte una pregunta, amor? —Dije volviendo mi vista hacia Zack.
—Dime.
—¿También habías estado enamorado de mi? ¿O solo me correspondiste ahora porque estoy más grande?
—Buena pregunta.
—Responde—Ataqué.
—Si me habías gustado cuando estabas conmigo desde que tenías trece años, nena. Solo que Damián y yo teníamos un código de amistad, y yo no podía meterme contigo, lamento haberte hecho ilusionar porque no era mi intención, solo quería ser tu amigo, pero eso de alguna forma la situación se salió de mis manos—Suspiró—, y sufrí cuando te fuiste, pero no sé lo dije a Damián.
Mi corazón comenzó a galopar en mi pecho con fuerza conteniendo las ganas de llorar, era bonito escucharlo por fin decirme la verdad.
—Tampoco pensé enamorarme de ti—Sonreí—, pero de alguna forma pasó y soy feliz a tu lado, me alejé durante ese tiempo porque me sentía humillada después de que me rechazaste, pero ahora estoy bien porque estás conmigo.
—Supe que eras tú desde que entraste a mi habitación por tu teléfono y me apretaste el pene—Soltó una carcajada—, ahí supe que eras la indicada.
—No me lo recuerdes, qué vergüenza.
—¿Por qué no?, Es lindo.
—¿Te parece lindo que te apriete tu amiguito?—Sonreí.
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En Las Manos De Zack ✔️ [EN EDICIÓN]
Novela Juvenil¿Declararse a su amor platónico? Listo. ¿Llorar por amor a los trece años? Listo. Kiara Robinson había llenado la lista de la vergüenza después de habérsele declarado al mejor amigo de su hermano; Zack Ryder, para ella él era perfecto, para él era...