Capítulo 18

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Kiara

Moví mi cuerpo en la gran cama de Zack mientras intentaba concentrarme en el libro que estaba leyendo, pero me era imposible con Zack jugando con el borde mi camiseta mientras sus dedos jugaban en mi abdomen.

—Zack, quédate quieto—Solté una pequeña patada que lo hizo reír.

—No puedo, siempre que estoy contigo las manos me pican—Susurró metiéndose entre mis piernas.

Me concentré en el libro y sus labios comenzaron a besar mi abdomen, moví mi cuerpo inquieto, pero sus manos tomaron mi cadera impidiendo que lo hiciera.

—Déjate llevar.

Dejó varios besos húmedos en mi vientre y bajó  mis bragas enseguida, cuando llegué a su casa me quite el pantalón y me quedé en bragas, sabía que era una mala idea y ahora lo estaba viendo. Sus dedos jugaron con mi entrada provocándome cosquillas por todo el cuerpo, beso mis muslos internos varias veces y se puso la cobija encima enrollando mis piernas en su rostro.

—Oh dios, oh dios—Gemí con el libro en el rostro.

—Me gusta el apodo, pero me queda mejor Zack, amor de mi vida.

Apreté las sabanas con fuerza y el libro salió a volar enseguida, me hacia sentir en el cielo con su maravillosa boca.

Lo deseaba, me odiaba por ser tan caliente.

—Zack...—Dije su nombre entre gemidos con los ojos cerrados. 

Mis manos tomaron vida propia agarrando el cabello del amor de mi vida con demasiada fuerza moviendo la cadera al compás de sus lamidas, ahora no estaba segura de lo que estaba haciendo, pero si de lo que quería. 

—Hijo, quiero que...—Una segunda voz se colo en la habitación haciéndome abrir los ojos. 

La madre de Zack estaba de pie en la puerta observando nuestra incomoda situación, sus mejillas estaban rosadas y enseguida se tapo los ojos quedando con la boca abierta. Enseguida me acomodé en la cama sacando a su precioso hijo de entre mis piernas, el cabello de Zack estaba revuelto y su rostro estaba completamente rojo.

Trágame tierra y bótame donde nadie me conozca. 

—¿Por qué no tocaste antes de entrar, mamá?—Preguntó Zack levantándose de la cama con el ceño fruncido.

—Dejaste la puerta entre abierta, ademas, yo no sabia que estabas exorcizando a la vecina—Respondió ella arreglando su cabello.

Mis mejillas se calentaron y Zack soltó una risita guiñándome el ojo. 

—¿Necesitas algo? No hagas esto incomodo. 

—Si, necesito que vayas de compras para la despensa. El dinero esta en la mesa del comedor, nos vemos más tarde. 

Ellie nos dio una sonrisa a ambos y entro a despedirse de su hijo dándole dos besos en las mejillas.

—Por favor utilicen protección—Pidió con voz alegre, se despidió de mi y desapareció enseguida cerrando la puerta con fuerza. 

—Tengo vergüenza con tu mamá, no quiero volver a tu casa—Aludí poniéndome la ropa interior.

  —Nuestra primera aventura como pareja. 

Caminó hacia su armario sacando una camiseta blanca y se fue al baño mientras me ponía mi ropa, caminé hacia su lugar de trabajo y volví a encontrar la pila de papeles de aquella vez, observé hacia su dirección y le eché un vistazo a las hojas que tenia en mis manos.

En Las Manos De Zack ✔️ [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora