— Uhm...¿Kageyama? - Hinata se acercó lentamente, asomándose desde detrás del pelinegro.— ¿Mhm?
— Gracias por todo hoy. Sé que estabas guiando para que yo me acostumbre, pero fue un verdadero espectáculo. - para alagar a Tobio, Shoyo debía estar siendo muy sincero, el pelirrojo odiaba contribuir en el ego de su compañero.
El pecho del más alto se entibió, y los colores subieron a sus mejillas. Jamás lo admitiría, pero ese cumplido lo hizo más feliz de lo normal. Su abdomen parecía una jaula repleta de mariposas, que revoloteaban de un lado al otro sin parar.
— G-Gracias idiota.
— Eres consciente de que ese "idiota" sobra, ¿no es así? - dijo Hinata con los ojos entrecerrados.
— Pff, como digas. - no podía esconder su sonrisa, tuvo que mirar a un costado para disimularla.
— Eres un caso perdido. - respondió Shoyo, entre una dulce risa que alborotaba aún más las mariposas en el estómago de su amigo.
Ambos salían juntos de su oficina compartida, yendo hacia el telescopio como hacía Tobio todos los días después de su jornada laboral.
— ...¿vas a quedarte? - preguntó después de un momento de silencio, viendo cómo el peque lo seguía.
— ¿Puedo?
Kageyama asintió, secretamente feliz de tener compañía. Hinata le respondió con una sonrisa y lo siguió hasta el telescopio.
— Solo prométeme que no vas a hacer preguntas tontas sobre cualquier cosa que haga.
— No prometo nada. - respondió con una libreta y un bolígrafo en mano.
— Eres un caso perdido.
Ambos rieron y pasaron su tarde juntos en los entonces vacíos pasillos del planetario.
🌑•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••🌞
Sakusa estaba yendo por su diaria taza de café, saliendo por primera y última vez de su oficina. Esto ya se había vuelto rutinario: salía a las 9:30, iba hasta la máquina de café, llenaba su taza hasta el borde de puro café negro y volvía sin dirigirle la palabra a nadie. Pero hoy pasó algo diferente. Mientras caminaba pudo entreoír la conversación de dos de sus empleados más productivos. Kyomi no es de meter su nariz en donde no le incumbe, pero así que escuchó el nombre de Kageyama, no pudo dejar de prestar atención.
— ¿También lo viste? Yo no pude dejar de estar curioso desde la semana pasada. ¿Kageyama te comentó algo al respecto? - Esa era claramente la voz de Akaashi, aunque es demasiado extraño oírlo "chismosear".
— De hecho si, al principio no le gustaba la idea de tener un nuevo compañero, pero según Tsukki el nuevo guía no sería un gran problema para Tobio. - ese era... ¿Shirabu? Estas eran las ultimas dos personas que se imaginaria contando chisme.
— Yo hablé con Kenma y me dijo que Kageyama daba miedo, pero que Shoyo estaba encantado.
— Ayer ambos se quedaron después de su turno en el planetario. - dijo Sakusa, entrando a la conversación.
Los jóvenes parecían sorprendidos al ver a su jefe entrar en una conversación de ese tipo, pero ya que no parecía molesto decidieron seguir la corriente.
— Ah, hola jefe. ¿También estas queriendo estar al tanto de la situación? - preguntó Akaashi educadamente.
— Ajá, todavía no sé si fue una buena decisión ponerlos juntos, entonces sólo quería saber cómo van las cosas. Todos los días los encuentro discutiendo, aunque supongo que esas pequeñas peleas significan que Hinata se está volviendo rápidamente cercano a Kags.
— Pff, Tobio es complicado, espero que el peque lo entienda.
— Es muy extraño encontrarme a ustedes hablando sobre este tipo de cosas, ¿pasó algo?
Ambos jóvenes compartieron una breve mirada y se acercaron a su superior para contarle lo ocurrido.
— El día en el que Shoyo te mandó la propuesta de cambiar de recorrido, durante el almuerzo, esos dos intercambiaron una mirada muy sospechosa.
— ¿Que tipo de mirada?
— Ese tipo de mirada. - dijo Shirabu, con una cara llena de seriedad.
— Oh... ¿Me están diciendo qué...? - Sakusa empezaba a entender.
— Ajá, eso mismo.
— ¿Están seguros de lo que vieron?
— No fuimos sólo nosotros, Tsukishima también la vio en otra ocasión.
— ¿Y andan aquí shipeandolos?
— Se podría decir... pero preferimos el término "jugando a ser cupidos". - aclaró Shirabu con una media sonrisa.
— Aunque no digas nada eh, porque claramente les falta tiempo y camino para recorrer. No es nada certero, pero esa mirada nos incentivó a estar al tanto. - Akaashi llevó el dedo índice a su boca, simbolizando de que la conversación que acababa de tener lugar debía mantenerse en secreto.
— No se preocupen, mi boca está sellada.
Los tres jóvenes dejaron escapar una pequeña risa por la peculiar situación en la que se encontraban. Al parecer eran los únicos que se dieron cuenta de lo que estaba pasando entre esos dos idiotas de la astronomía.
— ¿Pasó algo más de lo que me haya perdido?
— No lo creo, ¿no es así Shirabu? Nos juntamos siempre para hablar y hasta ahora no pasó nada más destacable.
— Exactamente.
— La próxima tal vez me una a ustedes para conversar. Estoy curioso de cómo esto evolucionará con el tiempo.
— Sería un placer Sakusa. Tu que tienes ojos por todas partes también podrías contarnos cosas interesantes.
— No lo duden. Si veo algo sospechoso se los diré. Ahora vuelvan a sus puestos que el descanso se está terminando.
— Ok jefe.
— Como diga, Sakusa.
— Nos hablamos mañana chicos, adiós.
Después de despedirse, Sakusa siguió su camino hasta la máquina de café para finalmente prepararse su taza de energía. Aunque debía admitir que esa pequeña pausa para socializar no le había molestado para nada. Después de estos tres años trabajando con él, ya veía a Tobio como un hermano menor, y le alegraba tener la esperanza de que se acerque a alguien nuevo. Además de eso, Hinata es alguien súper apasionado y leal. Desde que lo contrato se nota un ambiente mucho más feliz y animado por todo el lugar, el pelirrojo cargaba un aura de alegría y pasión impresionante.
El jefe se sentó en su escritorio y anotó las cosas que le dijeron sus empleados en su cuaderno. Tal vez parecía tonto, o incluso infantil, pero estaba seguro que algo bonito saldría de esta situación y quería tener todo fresco en su memoria hasta entonces. Estaría observándolos de cerca.
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Kagehina ~ Larga vida al sol (AU Museo/Planetario)
FanfictionHinata Shoyo, un guia de museo que recientemente se obsesionó con el universo y sus secretos, consigue cambiar de puesto con su amigo Tanaka para poder guiar por el planetario. Solo hay un problema, el encargado del planetario es un cierto peli negr...