Final ~

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— Y esa...- comenzó Kageyama después de dejar una gran caja de cartón en el suelo. - ...es la última. Terminamos.

— ¡YEYYY! ¡Lo logramos! ¡Oficialmente nos mudamos! - gritó Hinata con una expresión animada en su rostro y con una mirada de pura felicidad.

Después de pasar tres años como pareja les pareció una increíble idea mudarse juntos. Pasaron meses con la idea en la cabeza, buscando un lugar perfecto para convivir que además se ajuste a su presupuesto, aunque jamás lograban ponerse de acuerdo. Al final se conformaron con una bonita casa vieja que Natsu y Miwa habían encontrado para ellos. La casa era increíblemente cómoda y emanaba un olor a madera vieja que los hacía sentirse en casa de sus abuelas. Había un contraste muy grande entre los departamentos donde antes vivían y esta casa llena de vegetación. No era increíblemente grande, pero era el tamaño perfecto para que dos jóvenes pudieran vivir cómodos y felices.

— Aún no terminamos boke, todavía tenemos que organizar todo. - respondió Tobio revolviéndole el pelo a su novio.

— Uy, no me lo recuerdes. - pidió Hinata con una expresión desanimada.

— Tal vez podríamos pedirle ayuda a algunos amigos, seguro alguno nos puede dar una mano para terminar antes.

Cuando Kageyama dijo esas palabras, Shoyo volvió con su emoción, era ridículo lo rápido que cambiaba de humor.

— Hablando de amigos... - continuó Tobio, interrumpiendo el tema anterior. - ¿Ya sabes lo que vamos a usar para el casamiento de Akaashi y Bokuto? Creo que es en febrero.

— No pensé mucho sobre ropa... tal vez debería preguntarle a Kenma. - contestó Hinata con una mirada perdida.

Estaban en una temporada movida, ya que muchos de sus conocidos estaban casándose y preparándose para formar familias. La simple idea de ver a sus amigos teniendo un giro completo en sus vidas les revolvía el estómago con miedo y emoción.

— Tampoco le había dado muchas vueltas, pero Shirabu me obligó a "ir presentable". - continuó Tobio con su puchero de siempre.

— Supongo que podremos discutir la ropa en otro momento, todavía tenemos más de dos meses. - dijo Shoyo, acercándose para abrazar al menor con cariño y hundir la cara en su suave camiseta de algodón. - Ahora déjame estar así un rato.

— Pfff, eres un niño pequeño. - rió Kageyama mientras sumergía sus dedos en el cabello del más bajo, cerrando el inexistente espacio entre ellos.

— Mhm, no seas tan amargado, yo sé que te gustan mis abrazos.

El sol entraba por las ventanas de esa casa, manchado con el tono verde de las plantas del jardín. El aire frío del invierno chocaba contra el vidrio, condensándose por el calor del recién estrenado hogar. Los sentimientos que navegaban por la mente del pelirrojo eran felicidad y orgullo. Felicidad por tener a alguien tan especial a su lado y orgullo por todo lo que pasaron juntos. Cuando conoció a Tobio ya entendía que su forma de actuar venía de algún lugar en lo profundo de su pasado, pero al conocerlo mejor no pudo evitar estar e ensimismado por todo lo que Kageyama había logrado superar. Ahora era genuinamente feliz y no se torturaba tanto con sus pensamientos, Shoyo estaba orgulloso de verlo llegar a donde llegó. Algunos días eran difíciles, jamás lo negaría, pero todo eso valió la pena. Después de todo, no solo Tobio estaba más feliz, él también estaba en el cielo. Sus personalidades eran tan diferentes que encajaban de forma perfecta como imanes de polos opuestos o como la pieza faltante de un rompecabezas. Hinata era todo lo que Kageyama necesitaba y vice versa.

— Sho... - llamó el más alto después de unos minutos en silencio.

— ¿Mhm?

— Ya se que te gusta mucho pasar la navidad con tu familia, pero mis padres por primera vez se dignaron a estar en casa para las fiestas. ¿Te importaría pasar noche buena en mi casa este año? De verdad te quieren conocer.

— ¡Ya era hora! ¿Tres años les tardó abrir un tiempito para conocerme?

— Así son mis padres. - rió Tobio, estaba un poco nervioso de pasar fiestas con sus padres después de tantos años, pero sabía que con la mano de su sol entrelazada con la suya todo estaría bien.

— Miwa también va a estar, ¿no? - preguntó Shoyo animado.

— ¿Que clase de obsesión tienes con mi hermana camarón? - preguntó el menor con un tono sarcástico.

— Ah ¡no me culpes! Es muy divertida, siempre la pasaba bien cuando los iba a visitar.

— No te lo voy a negar, es muy buena hermana. - respondió Tobio sonriendo.

Lentamente subió su mano hasta la mejilla del más bajo y plantó un cariñoso beso en su frente. Al principio sentía vergüenza de dar demostraciones de afecto, pero con el tiempo se dió cuenta que no le debería importar. Eso si, incluso después de tanto tiempo, Hinata aún sentía esas típicas mariposas en la boca de su estómago.

— Que sorpresa, el astronauta tiene un corazón. - comentó el menor con una sonrisa burlona.

— Cállate idiota. - retrucó Tobio apretando más el abrazo. - Ahora suéltame que si no terminamos de armar la cama tendrás que dormir en el sillón.

— Si señor.

Ambos corrieron hacia el cuarto, luchando con las almohadas y discutiendo la cantidad de frazadas. La extraña sensación de mudarse juntos les calentaba el pecho. Muchas cosas pasaron para llegar a este punto, pero al final estaban felices de que el sol siguiera en pie iluminando su camino. Esa frase que se dijeron la primera noche de sus vidas seguía resonando en sus tímpanos: "Larga vida al sol".

Kagehina ~ Larga vida al sol (AU Museo/Planetario)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora