DE OTRA REALIDAD || Sara Maximoff||Draco Malfoy

II

Sara...

Desperté de nuevo en el mismo lugar. Me decepcioné al darme cuenta de que no había sido un sueño. En serio quería volver con mi madre y mi padre. Volteé a todas las direcciones para ver si lograba ver a alguien y no había nadie, así que, aproveche esto y me levanté. Miré las puertas y me comencé a dirigir hacía ellas. Empujé las grandes puertas y miré que no hubiera nadie viéndome. Al comprobarlo comencé a correr buscando la salida. Para mi desgracia el lugar en el que estaba era por lo menos unas cinco veces
más grande que la base esto ya era mucho decir.

Seguí corriendo hasta que miré unos escalones y arriba de estos una inmensa puerta pensé que sería la salida, así que me acerqué y las empujé, pero definitivamente no era la salida.

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Draco...

Estaba desayunando si se le pudiera decir así, porque en realidad no había probado nada. Seguía demasiado abrumado por la misión que me habia dado el señor tenebroso. Mi padre estaba en Azkaban y mi madre estaba muy triste por todo. Se que ella no quería que me convirtiera en uno de ellos... En un mortífago. Yo sólo quería poder hacer sentir orgulloso a mi padre, que por una vez me dijera que lo había hecho bien y que estaba orgulloso de mi, solo por lo menos que me dijera que lo había hecho bien. Pero se que eso no pasaría.

Salgo de mis pensamientos cuando se escucha como se habren las puertas del gran comedor. Levanto mi vista y ahí está ella. La chica que se apareció de la nada. Se veía confundida... O asustada tal vez.

El director se levanto de su asiento y se dirigió hacía ella.

Ella se veía ahora realmente asustada. Y de pronto Dumbledore sacó su varita. Yo sólo miraba la escena algo confundido.

•|i|• Ø ¡+! ].[

Pov: Sara...

Entré y miré que estába repleto de gente, más bien niños y adolescentes.
Y al final, en una mesa grande al frente de las otras cuatro, gente mayor. De pronto recordé lo que había dicho la señora en la noche anterior.

—Hogwarts, escuela de magia y hechicería—

En serio había una escuela que enseñaba a niños a hacer trucos de magia. Yo sabía algo de magia, Scott o Ant-Man me había enseñado a hacer trucos con las cartas, no me salían muy bien, claro, pero aún así el hecho de que existiera un lugar donde enseñarán trucos de magia, me parecía algo extraño y una pérdida de tiempo. Quién pagaría para que su hijo fuera a aprender como hacer un truco con unas cartas.

Dejé mis pensamientos cuando crucé miradas con un chico de cabello muy rubio y unos ojos de un color claro y muy profundos e intensos.

Dejé de verlo cuando miré que el anciano con el que había hablado conmigo y me había negado el irme de este lugar se acercaba. Retrocedí un poco y miré como de su túnica extraña que llevaba sacaba un... ¿Palo? ¿Por qué me apuntaba con un palo?

Lo miré confundida, por que seguía apuntado con ese pelo extraño.

De pronto mire como una luz salía de la punta del palo y se dirigía hacía mi. Rápidamente hice una barrera con mis poderes y bloqueé lo que sea que me haya lanzado con su palo extraño.