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La semana había pasado rápido para todos, y más para Minho que había estado sumamente aburrido.
Sin tarjetas no tenía con que ir y gastar en lo primero que viera.
Sin coche no tenía en que ir a la casa de sus amigos a molestarlos.
Y sin su casa no tenía en que entretenerse ya que ahí tenía su sala de juegos que utilizaba cada vez que se aburría, y ahora no tenía nada.
Su relación con la familia Han no era la mejor, pero tampoco la peor.
Se dio cuenta que si quería tener a Jisung lo más lejos posible sólo debía ser el ejemplo de niño bueno, así que eso estaba haciendo; comportándose como el nene más bueno para que el mayor no lo estuviera regañando ni diciéndole que hacer.
Había empezado a levantarse temprano y para cuando Jisung iba, él ya estaba vistiéndose.
Llegaba a la mesa y saludaba correctamente con su cuerpo cubierto por la ropa adecuada, también había comenzado a intentar beber infusiones y bebidas con azúcar para evitar quejarse o negarse cuando la señora Han le ofrecía algo, y en eso iba bastante bien también, porque de hecho en esos momentos estaba bebiendo un batido de moras que ella misma le había hecho para el desayuno, y debía admitir que realmente estaba delicioso.
Como la semana había pasado, ese día debía comenzar las clases, y ya se estaba preparando mentalmente para empezar con todo y demostrarle a sus padres que no necesitaba un estúpido internado, ni mucho menos que le saquen sus cosas, porque si él no estudiaba era sólo porqué no quería, no porqué no fuera capaz.
Si se lo proponía, podía terminar el año con las mejores calificaciones, y justamente eso iba a hacer.
También pensaba demostrarle a Babo-Sung que no era ningún niñato ingrato. Iba a cerrarles la boca a todos.
— ¿Está bien tu batido, Min? —preguntó Eunji mientras revolvía su té.
— Sí, señora Han, delicioso —dijo sonriendo.
Jisung a su lado lo miró con una ceja alzada, pero inevitablemente satisfecho porque al parecer, el mocoso malcriado estaba entendiendo lo que debía hacer si quería regresar pronto a casa.
El hombre estaba igual de satisfecho desde que el menor comenzó a mejorar su comportamiento y había dejado de lado las desubicaciones, como aparecerse semidesnudo a desayunar, no saludar correctamente, tirarse en el sofá y ensuciarlo con las zapatillas, comer algo y dejarlo todo sucio. En fin, hábitos que estaba mejorando, y eso hacía que la tensión se redujera bastante y la convivencia se hiciera más llevadera con el menor de los Lee.
Los pensamientos de todos fueron interrumpidos por el móvil de Jisung que comenzó a sonar, y él no demoró en levantarse de la mesa para atender alejándose un poco.
Minho continuó viendo su batido lila, pero inevitablemente sus oídos estaban sumamente centrados en Jisung.
— ¿Qué pasó? Eh, espera, me fijo... —dijo, e inmediatamente fue hasta su mochila mientras dejaba el aparato en su mano y rebuscaba algo entre unas hojas—, lo tengo yo... sí, no te preocupes, yo lo llevo. Hasta el rato —cortó la llamada sonriendo y enseguida regresó a la mesa para continuar con su desayuno ya casi terminado.
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Malcriado.《 Hanknow 》ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿ
FanfictionLee Minho es un chico de diecinueve años con graves problemas de comportamiento y actitudes totalmente desubicadas. Un malcriado en todo el sentido de la palabra. Su vida perfecta se verá perjudicada cuando sus padres deciden sacarle todo y enviar...