| ᴛ ʀ ᴇ ᴄ ᴇ |

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Minho miraba televisión cuando sintió los pasos en la escalera, avisándole que Jisung venía

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Minho miraba televisión cuando sintió los pasos en la escalera, avisándole que Jisung venía.
Rápidamente se acomodó mejor en el sofá para no verse tan desparramado, sin embargo el mayor no le dijo nada y sólo pasó por detrás para dirigirse a la cocina.
Intentó no darle importancia, pero inevitablemente lo siguió con la mirada por el rabillo del ojo y casi se atragantó con su saliva cuando lo vio sólo con un pantalón holgado. Tuvo intenciones de quedarse en su lugar, pero demonios, no pudo, el impulso de ir con Jisung fue más grande así que se levantó y fue a la cocina, encontrándolo escondido detrás de la puerta de la nevera mientras buscaba en el interior de ésta.

— Babo-Sung —llamó desde el umbral, pero no obtuvo respuesta alguna y sólo escuchó que tarareaba por lo bajo—, Jinsu —intentó de nuevo un poco más fuerte, pero nuevamente no recibió respuesta—, ¡hyung!

— ¿Sí? —murmuró asomándose por el borde, con un gesto inocente que hizo a Minho entrecerrar los ojos con disgusto.

— ¿Puedo llamar a mi amigo?

— ¿Por qué me pides permiso? Solo hazlo —dijo sin comprender.

Sacó algunas cosas del refrigerador y se fue a la encimera, cerrando la puerta con el pie.

— No, me refiero a si puedo llamarlo para que venga —aclaró sin perder detalle de los movimientos del mayor.

Se sobó los ojos con fastidio cuando se descubrió mirando fijamente la espalda desnuda del rubio, notando la contracción de los músculos al mover los brazos.
Ojalá tener algo a la mano para golpearse, porque eso ya era estúpido.

— Si quieres —cedió encogiéndose de hombros mientras se dedicaba a batir unos huevos—, yo voy a prepararme unos omelette, así que espero que no me molesten.

— ¿Podrías ponerte una remera? —preguntó casi suplicante luego de un momento.

— ¿Por qué? ¿Ya te gusto y te dá pena verme? —soltó viéndolo por fin, y el menor no demoró en ponerse rojo.

— ¡Claro que no! —chilló sonrojado, haciendo reír al contrario—, e-es que eras tú quien me regañaba cuando bajaba así, y ahora tú lo haces. No es justo.

— La vida no es justa, Minho, vive con ello —dijo tranquilo devolviéndose a su tarea—, además, esta es mi casa y no estoy sentado en la mesa.

El pelinegro bufó con fastidio. No quería decirle que era por Hyunjin que le pedía aquello, puesto que su mejor amigo realmente le tenía ganas a su mayor; aún seguía pidiéndole la foto, y Minho se negaba
rotundamente a dársela. Primero porque no la tenía, y segundo porque le daba algo de repelús saber que su amigo iba a darse mano con la foto. Que horror.
Jinnie era su mejor amigo, pero debía admitir que era alguien bastante... cariñoso, por no decir otra cosa más fuerte y ofensiva.

No volvió a decir nada más y sólo dejó a Jisung preparándose su omelette.

Subió al cuarto y agarró su móvil para marcarle al rubio.

Malcriado.《 Hanknow 》ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora