| Q ᴜ ɪ ɴ ᴄ ᴇ |

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La cena transcurría tranquila y algo silenciosa, como siempre

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La cena transcurría tranquila y algo silenciosa, como siempre.

No solían hablar mucho mientras comían, pero esa vez Minho estaba más callado de lo normal mientras comía apenas.

— ¿Está feo? —preguntó Eunji viendo que el menor de la mesa no estaba comiendo.

— No tengo mucha hambre —respondió haciendo una mueca, sin embargo, se llevó un poco de la comida a la boca y la degustó—, está rico, pero no tengo mucha hambre.

— Entonces Jisung debería darte de comer —propuso con diversión el hombre, viendo a ambos chicos.

Minho enseguida se atragantó y no evitó apenarse, mientras Jisung a su lado agarró su vaso de agua y bebió mirando de reojo al pelinegro.

— A ver, yo te ayudo, Minnie —dijo girándose para quedar de frente. Acercó las cosas del menor y llevó un poco de la comida hasta su boca bajo la estupefacta mirada del pelinegro que estaba sintiendo todo su rostro caliente —, el avioncito, Minnie...

— Hyung... no hagas eso —murmuró avergonzado, y al instante escuchó la risa de Jisung.

— Entonces come, luego tendrás hambre.

Minho suspiró y miró a los mayores.

— Provecho —dijo con desánimo. Se levantó de la mesa y se alejó yendo a la escalera.

La familia se miró entre ellos con algo de preocupación, quizá el menor de los Lee estaba enfermo o a punto de contraer algún virus y ellos no sabían.

— Cielo, creo que deberías ir a verlo —opinó la mujer viendo al rubio comer tranquilo—, tú sabes de eso. No quiero que Min se enferme o algo, mejor ve y asegúrate que no le pasa nada.

— Ya voy, ya voy —murmuró antes de beberse lo ultimo del vaso y limpiarse la boca.

Jisung subió la escalera con cansancio, estaba seguro que Minho no estaba enfermo ni nada de eso, quizá sólo estaba extrañando su casa, pero le daría el gusto a su madre de ir a verlo porque sino no se quedaría tranquila.

— Minho —llamó dando unos golpecitos a la puerta y abriéndola apenas para asomarse.

— ¿Qué ocurre?

— ¿Estás bien? Mamá cree que estás por enfermarte así que me envió a verte —explicó cerrando la puerta detrás suyo, viendo al pelinegro sentado en la cama.

— Estoy bien, es sólo que hoy comí muchas cosas dulces con Jin.

— Tu amigo es interesante —dijo de golpe mientras pasaba la vista por el cuarto, viendo que Minho tenia acomodada su ropa, todo estaba ordenado. Extrañamente ordenado.

Recordó que los primeros días tenia incluso envoltorios de porquerías en el suelo, la cama toda desarmada y la ropa todavía metida en sus maletas.

— Sí, supongo —murmuró acostándose de nuevo en la misma posición de antes.

Malcriado.《 Hanknow 》ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora