| ᴠ ᴇ ɪ ɴ ᴛ ɪ ᴜ ɴ ᴏ |

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Esperó paciente a que la puerta se abriera y su amigo lo dejara pasar.

Hyunjin miró extrañado a Minho puesto que pasó de largo sin pestañear siquiera, parecía un loco recién salido del manicomio.

Cerró la puerta de su casa mientras sentía los pasos del pelinegro en la escalera, subiendo hasta su habitación sin decir nada.

Cuando el rubio entró a su cuarto, se encontró a Minho sentado en la cama todavía con semblante ausente. Ya comenzaba a asustarlo.

— Minho, ¿qué te pasa? —preguntó finalmente mientras corría la silla de su escritorio y se sentaba.

El menor miró el suelo unos segundos más, hasta que pasó saliva con dificultad y levantó la mirada para ver a su amigo.

— Follé con hyung. Dos veces en el mismo día.

Los ojos de Hyunjin se abrieron con impresión, y sólo le tomó unos segundos arrastrar la silla hasta el frente de su amigo y mirarlo insistente.

— ¿Qué dijiste? Espera, ¿hablas en serio? —preguntó acelerado.

— Sí, Jin, follamos y... y me gustó... y... —balbuceó nervioso, así que el contrario lo miró con cierta pena y le palmó el hombro en consuelo. Minho estaba algo alterado, y no entendía por qué.

— Tranquilízate, Min. ¿Por qué estás así?

— Es que a tí te gusta, y creo que a mi también me gusta hyung. Yo... —murmuró con miedo —, eres mi mejor amigo, y no quiero que terminemos peleando por un chico, pero él me gusta y...

— A ver, tonto, cálmate —aseveró mientras le apretaba una mejilla, ganándose una queja del pelinegro que lo miró con reproche—. ¿Eso te preocupa? ¿Nada más?

— Pues sí.

Hyunjin enseguida se levantó y no evitó reírse con burla, haciendo que su amigo se confundiera.

— ¿Eres tonto? No me gusta Jisung hyung, sólo estaba fingiendo para ayudarte a tí.

— ¿Ayudarme? —inquirió sin entender.

— Siempre supe que te gustaban los hombres, pero estabas tan cerrado en tu estúpida idea de la heterosexualidad y al final no te permitias realmente disfrutar, así que creí que hyung podría ser la persona que te hiciera dudar, sin embargo tú estabas tan cerrado que no querías ver nada así que decidí meterme y darte un pequeño empujón —confesó finalmente, y cuando vio la expresión de sorpresa del pelinegro no retuvo su carcajada.

— Hyunjin, ¿pero qué demonios?

— Sólo debes decir que soy el mejor —dijo con amago de sonrisa, pero al instante se puso serio y se sentó al lado del menor que se veía bastante desanimado —. No entiendo por qué estás así, ¿no es bueno, acaso? ¿No te gusta qué te meta el pepino? —bromeó intentando hacerlo sonreír, pero Minho se mantuvo con la misma expresión de angustia.

— Me gusta, ¿sabes? Hyung realmente me gusta. Llevo poco más de un mes viviendo con él y ha sido tanto el impacto que tuvo en mi que ya puedo decir tranquilamente que me gusta. Nunca había conocido a alguien tan responsable y trabajador, además, m-me gusta que sea tan atento con sus padres y los cuide tanto. Hay veces que no duerme por estudiar, y después trabaja todo la tarde y yo sólo puedo sentir admiración, pero me preocupa su salud... aunque estudia medicina y eso debe ayudarlo a no terminar mal, supongo —admitió nervioso, dejando sorprendido a su mejor amigo—, me gusta pasar tiempo con él, pero sé que no me quiere en ese sentido, y no puedo evitar sentirme mal. Yo había decidido dejarlo atrás cuando regresara a casa, y ahora me dá miedo porque no quiero tenerlo lejos, pero no sé lo que él piensa; no sé si le dá igual o no tenerme cerca, no me dice nada, sólo es atento y... y algo cariñoso, así que no sé.

Malcriado.《 Hanknow 》ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora