Capítulo 18

26.8K 2.4K 851
                                    

TAEHYUNG

El lunes no tardó en llegar, así que como siempre, hice mi rutina mañanera para ir al trabajo.

Pero hoy era diferente. Ayer Jungkook y yo nos quedamos chateando por mensajes hasta tarde, y debido a la gran iluminación de la pantalla de mi teléfono en plena oscuridad (a pesar de que le bajé el brillo al mínimo) justo ahora mi vista se encontraba nublada, y los ojos me ardían.

Así que por esa misma razón, me encontraba buscando entre mis ascesorios, mis viejas pero fieles gafas que utilizaba en este tipo de situaciones. No tenian aumento, pero me compensaba los pequeños defectos de la visión, o de otra forma, protección a mis ojos lastimados por la luz electrónica de mi teléfono.

Cuando las encuentro, no perdí el tiempo y me las coloco sobre el puente de mi nariz. Mucho mejor

Camino hacia mi cama y tomo a Bokshil entre mis manos. Debo alimentarlo antes de irme.

-Hora del desayuno pequeño- susurro algo cansado por dormirme tarde. Acaricio las orejitas de mi mascota y agarro el biberón el cual ya estaba listo y lleno reposando en la encimera de la cocina y lo acerco hasta el hocico del conejo. Rápidamente comenzó a succionar

Cuando ya estuvo satisfecho, me tomo el atrevimiento de dejarle un besito en su diminuta cabezita, y al mismo tiempo,  Bokshil moviendo su cola esponjosa disfrutando de mis mimos

-Papi Tae se debe ir pequeño- susurro. Dejo al conejito en la cama y camino hacia el salón, tomando la gabardina que me regaló Jungkook y mi maleta. Jimin aún dormía.

Salgo del departamento.

Treinta minutos después me encontraba en Starbucks coffee, la cafetería frente a la empresa con el fin de comprarme una bebida caliente.

Me acerco al mostrador y le sonrío educadamente a la chica que atendía.

-Buenos días- saludo y la chica me hace una reverencia- Eh... Quiero Frappe Mocha- pido después de evaluar el menú

-Enseguida... -desaparece detrás del mostrador dispuesta a traer mi orden. Rebusco entre los bolsillos mi billetera, y fruzo el ceño al no encontrarla

A duras penas abro el maletín con la esperanza de encontrarla ahí pero... No estaba. Genial, simplemente genial

-Buenos días rizitos- la voz de Jeon choca contra mi oreja y me sobresalto del susto

-Kookie... -me giro y sonreí. Mi vista recae en su ropa, hoy traía puesto un traje negro con camisa morada sin corbata abierta a los tres primeros botones, río- Lo hiciste a propósito ¿verdad?

Jungkook sigue la dirección de mis ojos y al entender lo que decía se encoje de hombros tratando de parecer inocente

-¿Qué? Me dijiste que te gustaba el color morado. Y esta camisa es la primera vez que la estreno- explica y se muerde el labio cuando hace contacto visual conmigo- Te ves bien con esas gafas. Te hace ver culto y tierno al mismo tiempo- halaga ladeando la cabeza

-Gracias... -susurro- Tú también te ves estupendo con ese color. El morado te sienta muy bien

Sonríe pequeño

-¿Qué estabas buscando antes de que llegara? Te veías algo desesperado

-Bueno es que yo...

-Aquí está su Frappe Mocha señor- la voz de la chica del mostrador me interrumpe. Dejando en la encimera mi orden con una pajilla

Jungkook camina hacia ella y le tiende una tarjeta de crédito

-Yo pago por él- dice con firmeza mirando a la chica con seriedad, provocando un sonrojo involuntario en ella- Y para mí quiero un Latte

CEO Jeon. [KookTae] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora