CEO Jeon. [KookTae]

Capítulo 52

JUNGKOOK

-¿Una mascota?- pregunto extrañado, mirando a la doctora Ahn con el ceño fruncido. Ella asiente con la cabeza

-Jungkook-ssi... Sé que sabes que tienes problemas de autoestima, falta de confianza en tí mismo e inseguridad. Quizás un gato o principalmente un perro, puedan ayudarte a superar eso- dice mirándome por encima de sus gafas y entrelazando sus manos

Me dejo caer en el asiento

-No me mal entienda doctora Ahn, amo a los animales, pero... Cuidar de uno conlleva una gran responsabilidad- hago una pausa- Yo no sé si pueda... Con el trabajo y... Estos problemas... Yo no...

-Sabes que sí puedes Jungkook-ssi- me interrumpe suavemente. La miro- Precisamente por eso, las mascotas proporcionan un sentido de propósito, lo que aumenta la autoestima y disminuye la depresión, y eso es debido, en parte, la sensación de euforia y felicidad con la que siempre nos reciben los animales al llegar a casa. Cuidar a un animal impulsa el desarrollo de autonomía y responsabilidad- explica y trago saliva procesando sus palabras

-Pero... -suspiro- ¿Qué tal si me equivoco en algo? ¿Y si no lo cuidó bien? ¿Y si...?

-Nunca lo sabrás si al menos lo intentas. En el caso de los perros o los gatos, que son las mascotas más comunes, te aceptan tal cual, los tienes ahí siempre, no te regañan. Porque cuando estamos a solas con un animal, le confesamos cosas que no explicamos a nadie, porque son los mejores seres para escuchar ya que no dicen nada, pero te ofrecen compañía incondicional- dice en voz baja antes de desviar la mirada y sonreír. Sigo la dirección de su vista y descubrí al gato gris de ojos plateados y profundos, sentado, mirándonos fijamente- ¿No es cierto Gori?- le pregunta a su mascota

El gato la miró inexpresivamente, ondeando su cola de manera elegante y suave, antes de bostezar mostrando sus colmillitos, y darse la vuelta, desapareciendo de la estancia en cuestión de segundos. Sonrío pequeño

-No te juzgan- susurra y la vuelvo a mirar- Son almas inocentes que no conocen la maldad, incluso si alguien les hace daño. Si estas sufriendo, ellos sufren contigo. Nunca te dejan solo

Proceso sus palabras por varios segundos y aprieto mis labios entre sí. La oficina amplia y ventilada de la doctora olía a algo suave, a algo relajante, algo que inconscientemente te hacía suspirar de satisfacción, y eso sumándole a la hermosa vista del ventanal del fondo, era como si estuviera en un paraíso. A pesar de que llovía a cántaros. Era la primera vez que me sentía muy a gusto en una consulta, y creo, que eso se debe a que poco a poco voy confiando más en la doctora Ahn Hyejin.

Era paciente, directa, y sobre todo sincera. Se tomaba en serio su trabajo porque hasta ahora no me ha recetado ningún tipo de pastillas para deshacerse rápidamente de mí como lo hacían mis anteriores terapeutas. Ella amaba lo que hacía, y no se tomaba ninguna cosa a la ligera. Era muy profesional.

-Lo pensaré- digo al fin en voz baja. Ella cabecea satisfecha

-Me alegra escuchar eso- dice con sinceridad- ¿Has dormido bien en estos días? ¿Pesadillas? ¿Ataques de ansiedad?

-No pesadillas, no ataques de ansiedad- le aclaro- Sin embargo, hay algunas noches en las que no puedo dormir- confieso cruzando mis piernas enfundadas de pantalones deportivos bajo la mesa

Asiente comprensivamente

-¿Y has hecho meditación?- pregunta- Recuerda que la meditación es importante. Así como liberar el estrés, también es esencial dejar la mente en blanco

-Lo hago...

Y no mentía. Hace algunos días la doctora me pasó varios audios y videos de meditación guiada. Me dijo que eso era importante, ya que dejar la mente en blanco y no pensar en nada me ayudaba a controlar el sueño, la concentración y disminuía mis niveles de dopamina. No puedo decir que estaba del todo bien, pero sentía un cambio en mí, diferente, en el buen sentido. Cada vez dormía un poco más, mientras abrazaba a TaTa contra mi pecho, para sentirme protegido.