Capítulo 49

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JUNGKOOK

En un movimiento hábil y rápido, me agacho y hago el nudo de los cordones de mis zapatos deportivos. Me vuelvo a poner de pie y miro hacia ambos lados de la calle, notando que habían pocas personas.

Eran las siete de la mañana, el sol aún no salía y el cielo se mostraba nublado y oscuro, advirtiendo que una tempestad de lluvia se acercaba.

Coloco la capucha de mi abrigo sobre mi cabeza, y comencé a correr.

Mi mente comenzó a pensar mientras mis pasos chocaban contra el cemento de la calle y el aire libre golpeaba mi rostro. Necesitaba esto, mi mente debía enfocarse en otras cosas. La doctora Ahn me había dicho que debía buscar cosas para motivarme, canalizar el estrés de alguna forma, o hacer algo que me gustara. No podía dejar que esta situación y conflicto me consumiera por completo.

-Eres más fuerte que esto Jungkook-ssi- me había dicho mirándome por encima de sus gafas- Recuérdalo. Tú tienes el control de tu propia vida. Tienes dos opciones: O dejar que todo esto te consuma, o seguir adelante y levantar la cabeza. Sea lo que sea que hayas visto en el baúl de tus recuerdos, es parte de un pasado, y tú estás en el presente. Ese pasado no puede controlar tu vida para siempre. Avanza Jungkook-ssi. Grita, patalea, llora, rompe algo. Pero hazlo caminando hacia adelante, no hacia atrás. Todo depende de ti. Tú tienes el control...

Resoplo doblando una calle y siguiendo la próxima avenida con un destino bastante en claro en mi mente. Mi cuerpo comenzó a entrar en calor a medida que avanzaba rápidamente. Las cuadras pasaban volando y justo cuando doblé la próxima calle el cielo rompió en un relámpago y segundos después comenzó a llover con ímpetu.

Ignoré a la lluvia y el agua que empapaba mi ropa, que se filtraba hasta tocar mi piel y me causaba escalofríos. Pero incluso así, aunque mis pulmones ardieron por la falta de aire y mis muslos se tensaban con cada trote, los pensamientos que habitaban en mi mente, los recuerdos de la hipnosis, y las ansias de llegar a mi destino, fué lo que me motivó a seguir adelante.

Transpiro trabajosamente, y corrí cinco calles seguidas. No sé cuánto tiempo pasó, pero en una manzana determinada me detuve respirando con dificultad, inclinandome hacia adelante, apoyando las manos en mis rodillas, intentando recuperar el aliento.

Enderezo mi tronco y miré hacia adelante, quedándome quieto por un momento. Seguía lloviendo y el agua me había empapado de una manera que podía sentirla dentro de mis zapatos, dándole peso extra a mi ropa, pero ignoré eso y caminé por aquella avenida que conocí muy bien.

Tragué saliva y quité la capucha de mi cabeza cuando estuve frente a ella.

Ahí estaba. Frente a mí. Mi casa

La casa de mi infancia. Podía verla claramente a pesar de la lluvia y los truenos. Rodeada y protegida por una reja blanca, el pequeño jardín a su alrededor, la puerta principal pintada de marrón oscuro, las ventanas del segundo piso y la fachada color crema elegante que la envolvía.

Respiré profundamente y cerré los ojos por unos segundos intentando recomponerme. El rostro y la sonrisa de Taehyung llegaron a mí mente y eso fue suficiente para llenarme de valor. Volví a mirar a la casa y sin pensarlo dos veces abrí la reja  ignorando el "No Pase" que se mostraba en la entrada.

Me acerqué a la puerta en silencio, subí la escalera hasta porche cuidadosamente, estremeciendome cuando una corriente de aire frío golpeó mi cuerpo mojado. Me detuve y escuché con atención. Dentro no se oía nada. Contuve la respiración por unos segundos y empujé la puerta con dedos temblorosos, la cual se abrió lentamente emitiendo un molesto y tenebroso chirrido.

CEO Jeon. [KookTae] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora