Capítulo 54

11.7K 1.3K 274
                                    

JUNGKOOK

Dejo el agua caliente del termo y una taza con unas cucharadas de café instantáneo en el fondo, encima del escritorio. Acomodo mis cabellos largos y me siento

-Lamento la tardanza- digo disculpándome. Dejo caer el agua caliente dentro de la taza y removí con una cuchara antes de observar el lente de mi teléfono y sonreír

Taehyung detrás de la cámara usaba un pijama color café, sus rizos oscuros se entrelazaban con ternura alrededor de su rostro con desorden y por encima de sus ojos. Parecía que habían salido hace un rato de la ducha debido a que varias gotas de agua se deslizaban por su cuello, gracias a su cabello mal secado. Se veía precioso

-No te preocupes- tranquiliza. Su voz hizo eco en mi habitación y la podía oír claramente incluso si era una videollamada- ¿Cómo te fué?

Suspiro dando aún sorbo al café instantáneo. Tenía un sabor fuerte

-Bastante bien. Eran las típicas preguntas y el mismo procedimiento. Pero me ha dicho que ve una mejora en mí y que se alegra que hayamos vuelto. Tú y yo- explico brevemente

Taehyung apoya la mejilla en su mano, mirándome con interés

-Lamento no haber ido esta vez contigo. Es que estaba ajetreado y...

-No te preocupes Rizitos- le corto- El hecho de que me llames y preguntes cómo me fué, ya es suficiente para mí. Gracias por esto...

Y es que Taehyung y yo llevamos saliendo juntos aproximadamente tres semanas. Él me acompañaba a todas mis terapias a pesar de que yo le decía que no era necesario. Temía que se aburriera, o se cansara de mí. Pero insistía y no pude hacer nada para detenerlo. Yo entraba al despacho de la doctora Anh y él esperaba pacientemente por mí en el salón hasta que terminará mi sesión, sentado en el sofá. Aveces leía un libro, otras se quedaba dormido, y en algunas ocasiones lo encontraba jugando en el teléfono. O incluso jugando con el gato.

A pesar de que yo no lo demostrara, había algo conmovedor y tierno en el hecho de que él esperara por mí, que se tomara el tiempo de preguntarme cómo me había ido, que me tomara en cuenta en cada momento, que se mostrara interesado o me escuchase con atención. Esas acciones tan pequeñas y sencillas hacían que mi corazón saltara de alegría y cada día me enamorara más y más de su persona. Taehyung era sencillo, no me pedía nada a cambio y era fácil tratar con él.

Los fines de semana salíamos a cenar y a beber. Otras veces nos reuníamos en casa del otro y veíamos anime, o doramas, o simplemente nos sentábamos en el balcón para ver las estrellas en silencio. Habían ocasiones en que nos turnabamos para cocinar, o fregar la porcelana.

Yo por mi parte, lo llenaba de regalos, le compraba ropas caras, un spa, un paseo en barco y varias malteadas de fresa. Me encantaba mimarlo y malcriarlo, llenarlo de lujos porque Taehyung se merecía aquello y un poco más. Hubo una ocasión donde había ido a su departamento con aguacates y mangos maduros. Recuerdo verlo paralizado cuando vió aquellos manjares en la bolsa. Y es que aquellas frutas en Corea son muy caras, demasiado. Pero cuando lo ví disfrutar, mientras  masticaba haciendo pucheritos tiernos, supe que gastar una millonada de wones había valido la pena.

Sin embargo era más que obvia la tensión que teníamos los dos alrededor del otro. O al menos así lo veía yo. Porque desde que había vuelto con Taehyung, mi deseo sexual había despertado en mí como una chispa en medio de un tanque de gasolina. Me sentía como un maldito adolescente desesperado por sexo, pero no sexo con cualquiera, sino sexo con él. Sólo con él. Y el hecho de sólo darnos breves besos, abrazarnos o tomarnos las manos cada vez que nos veíamos estaba comenzando a volverme loco.

CEO Jeon. [KookTae] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora