—Llamé a Ryeowook de Fortaine para hablar.
¡Esto es indignante! llegó la exclamación, y, ¡Cómo se atreve a acusar a nuestro Rey!
Yeol dijo eso incesantemente entre los furiosos gritos, sus ojos se encontraron con los del Regente.
—Muy bien—dijo el Regente, recostado en su asiento y haciendo un gesto hacia el Consejo.
Luego tuvieron que esperar, mientras que los mensajeros eran enviados a las afueras de la ciudad donde Yeol les había dicho a sus hombres que montaran el campamento.
Los consejeros se sentaron, y también lo hizo el Regente y Jongin. Qué afortunados. Al lado del Regente, el niño de pelo castaño de once años de edad estaba tamborileando con los talones sobre la base de su taburete, obviamente aburrido. El Regente se inclinó y murmuró algo al oído del niño, y luego hizo un gesto a uno de los esclavos para traer un plato de dulces. Eso mantuvo al niño ocupado.
Eso no mantenía a cualquier otra persona ocupada. A su alrededor, la sala era sofocante, los fuertes soldados y abundantes espectadores, una masa inquieta. El esfuerzo de estar de pie en el pesado hierro estaba empezando a pesar en la espalda y los hombros de Yeol. Para Baekhyun, que había estado aquí durante horas, sería peor: el dolor que comenzó en la espalda viajaba a los brazos, los muslos, hasta que cada parte del cuerpo estaba hecho de fuego.
Ryeowook entró al salón.
No sólo Ryeowook, también todos los miembros del destacamento de Yeol: la esposa de Ryeowook, Solar, mirando con la cara blanca, el médico Shindong, Yifan y sus hombres, incluso Sehun y Kibum. Que significaba algo para Yeol ya que les había dado a cada uno de ellos la opción de dejarlo, y habían optado por quedarse con él. Sabía el riesgo que corrían. Su lealtad le conmovió.
Sabía que a Baekhyun no le gustaba. Baekhyun quería hacer todo solo. Pero no iba a ser así.
Ryeowook fue escoltado al frente de los tronos.
—Ryeowook de Fortaine. —Daehyun retomó su papel como interlocutor así como los espectadores estiraban sus cuellos, odiando a las columnas porque ellas les obstruían la vista. —Nos hemos reunido para determinar la culpabilidad o inocencia de Baekhyun de Vere. Se le acusa de traición. Hemos oído que vendió secretos a Akielos, como él apoyaba los golpes, como atacó y mató a Veretianos para promover su causa. ¿Tiene el testimonio que traerá claridad a estas afirmaciones?
—Sí, lo tengo.
Ryeowook se volvió al Consejo. Había sido su propio consejero, un colega respetado conocido por estar al tanto de las relaciones privadas del Regente. Ahora habló claro e inequívoco.
—Baekhyun de Vere es culpable de todos los cargos en su contra—dijo Ryeowook.
Se tomó un momento para que esas palabras penetrarán, y cuando lo hicieron, Yeol sintió el suelo se rompía debajo de él.
—No—dijo Yeol, y el salón estalló con el comentario por segunda vez.
Ryeowook levantó la voz.
—He sido su prisionero durante meses. He visto de primera mano, la depravación en la que ha caído, como dormía cada noche en la cama del Akielano, como miente en el abrazo obsceno del asesino de su hermano, saciando sus deseos a expensas de nuestro país.
—Juraste decir la verdad— dijo Yeol. Nadie estaba escuchándolo.
—Él trató de convencerme para mentir por él. Amenazó con matarme. Amenazó con matar a mi esposa. Amenazó con matar a mis hijos. Mató a su propio pueblo en Ravenel. Podría votar por su culpabilidad yo mismo, si todavía fuera un miembro del Consejo.

ESTÁS LEYENDO
Kings Rising
FanfictionYeol ha regresado a Akielos. Su identidad ha sido revelada, Yeol debe enfrentarse a su amo Baekhyun como Chanyeol de Akielos, el hombre que Baekhyun ha jurado asesinar. Al borde de una batalla trascendental, el futuro de sus países está en juego. E...