011

220 45 22
                                    

“Tienes la misma culpa que tengo, aunque te cueste admitir que sientes como siento...”

—¿Sabes? A pesar del tiempo pasado aun me duele —Comencé a hablar, aprovechando a que ya tenía por completo la atención de Diane—. Sé que ya ha pasado un año desde que nos divorciamos, sé que fui yo quien se lo pidió y sé que ya es muy tarde para arrepentirme, pero es que aún duele. Yo no quería dejar a Meliodas, no quería terminar con lo nuestro, yo lo amaba. Y me duele saber que él probablemente haya seguido con su vida y haya conseguido a alguien más que le de lo que tanto quería, una familia.

» Me duele el hecho no haber podido darle un hijo, una familia. Me duele que tal vez nunca pueda obtener mi propia familia. Me destroza saber que voy a terminar sola, triste, destrozada y sintiéndome culpable por el resto de mi vida. Perdí cuatro bebés Diane ¡Cuatro! Y lo peor de todo es que no sé ni siquiera cómo o por qué pasó. ¿Hay algún problema conmigo? ¿Hice algo mal? ¿Tome algo que no debía? ¿Es algo producto de mi cuerpo? Solo quiero saber la razón de porque ya nunca podré tener la familia que he querido desde hace mucho tiempo, solo quiero saber la verdad.

» No hay día que no recuerde esos momentos, no sabes el dolor y la tristeza que me daba cada vez que perdía a mis bebés. No sabes todas las tardes que Meliodas y yo estuvimos planeando todo para nuestro hijo, ya habíamos pensado hasta un nombre, íbamos a comprarle ropa a penas supiéramos que era. Planeamos todo y al final todas esas tardes de planes se fueron a la mierda solo porque yo no puedo tener bebés —Comencé a llorar—. No sabes cuantas noches he pensado en acabar con mi sufrimiento de una maldita vez por todas y matarme. Tengo que tomar pastillas para dormir, porque sino los recuerdos y las pesidillas me atormentan en las noches.

» Paso horas en el baño mojandome porque ya me siento tan vacía. Ya no puedo ni comer, llevo tres días sin desayunar o cenar, muy apenas almuerzo. Ya se me quitaron las ganas de salir a divertirme, solo quiero estar encerrada en mi propio sufrimiento. Vivo pensando una y otra vez en que pude haber hecho mal. Vivo culpandome por dejar ir a Meliodas, porque mi vida sin él ya no tiene sentido, y te juro que ya no soporto estar sin él, me duele mucho. Lo extraño, Diane. Extraño demasiado a Meliodas.

—Oh, Elizabeth... —Susurro Ella, mientras yo me abrazaba a mi misma. Debía ser fuerte y no llorar, pero me era imposible. Fije mi vista en Diane para observar como miraba la mesa vacía. Y no se por qué, pero me pareció haber visto un manto de arrepentimiento en la mirada de Diane, pero no entiendo, ¿Por qué?

Saturno - MelizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora