Saturno - Melizabeth

007

“Todos los besos que me imagine, vuelven al lugar donde los vi crecer.”

Me acerque por su espalda aprovechando a que estaba cocinando, lo abrace por la espalda poniendo los papeles frente a él y apoyando mi cabeza en su hombro. Los tomó entre sus manos y volteo a verme mientras yo lo abrazaba con una sonrisa.

—¿Qué es esto?

—Estoy embarazada —Sus ojos se abrieron grande y su vista volvió a los papeles, después de comprobar lo obvio sonrió grande y me devolvió el abrazo a la vez que dejaba pequeños besos en mi cara haciéndome reír. Estaba tan feliz.

—¡Te amo Elizabeth! ¡Me has hecho el hombre más feliz del mundo! —Finalmente planto un beso en mis labios. Uno, dos, tres, cuatro y hasta cinco besos y me cargo, enrollando mis piernas en sus caderas y comenzando a caminar conmigo en sus brazos.

Me volvió a besar mientras caminaba y me dejó suavemente en la cama con él arriba de mi. Dejaba pequeños besos por toda mi cara, cuello, pecho, estómago y finalmente vientre. Subió mi camisa al menos lo suficiente para poder sus besos en mi vientre descubierto. Ambos estábamos felices, al fin íbamos a ser padres, es lo que habíamos estado esperando por mucho tiempo.

—Esto hay que celebrarlo —Mis mejillas se pusieron rojas apenas lo vi quitarse la camisa y bajar a darme un beso—. Seré cuidadoso, por ti y nuestro hijo, Tristan.

—¿Tristan? Es un nombre muy lindo, pero, ¿Como sabes que será niño? —Dije entre risas ante los besos que dejaba a lo largo de mi cuello dándome cosquillas. También me divertía la forma tan segura en que había dicho que sería niño.

—Lo siento aquí —Tomo mi mano y la llevo a su pecho, justo donde va su corazón—. Estoy completamente seguro de que tendremos un niño fuerte y sano —Se acercó y dejó un beso pequeño en la punta de mi nariz, ese simple acto hacia latir frenéticamente mi corazón—. Tal vez la próxima sea niña.

Me guiño un ojo y antes de que pudiera hablar me beso. Ambos estábamos realmente felices. Sin dudas uno de los mejores momentos de nuestras vidas.