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“Yo no quería amarte...”

Me sentía mal, culpable. Sentía que era mi culpa que Meliodas y yo no pudiéramos tener el hijo que tanto queríamos.

Intente buscar una solución a nuestro problema, sin embargo solo una se me venía a la mente y era tal vez la única solución para ello. El divorcio, porque de alguna forma era yo el problema, soy yo quien no puede darle a Meliodas lo único que él anhela. ¿De que le servía estar conmigo si no puedo darle lo que él más quiere?

Yo no quiero dejarlo, lo amo, pero si no puedo darle lo único que quiere lo mejor será que me aparte de su vida, que lo deje en paz. Meliodas podría conseguir a alguien, alguien que si pueda darle la familia que él quiere. Estar conmigo es solo un retraso para él, yo solo lo voy dejar estancado en esta parte de su vida.

Mientras mis lágrimas mojan mis mejillas y mi corazón llora internamente yo ya estoy tomando una decisión, una decisión que probablemente sólo beneficie a uno de los dos. Y es que yo haría lo que fuera por la felicidad de Meliodas, aunque signifique romper mi corazón y dejarlo ir.

¿Voy a terminar mal? Obviamente.

¿Esto me va a doler? Si.

¿Esta es la mejor decisión? Si.

Y aunque Meliodas no quiera o se niegue, esta es la mejor decisión para él, o al menos eso espero... Lo amo, pero esto es lo mejor para él.

Saturno - MelizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora