4. La sirenita

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Agosto, 1983

Ya han pasado dos semanas desde que vivo en Derry. En una de mis "excursiones" por el pueblo, encontré un lugar fantástico: la cantera.

*Flashback*

— Mamá, ¿puedo ir a explorar el pueblo? — le pregunté un sábado al mediodía.

— Sí, pero vuelve como muy tarde a las 7:30 pm.

Y así fue, primero fui a la biblioteca de Derry y me saqué el carnet. Luego deambulé por el pueblo hasta encontrarme con la cantera.

*Finn (Wolfhard) del flashback*

Ahora mismo me dirijo a la cantera, traigo mi fiel cuaderno de dibujo y mi estuche con todo lo necesario.

Llego a la cantera y me siento en una roca. Empiezo a dibujar el maravilloso paisaje que se encuentra enfrente mío. Cuando solo me queda colorear el dibujo, escucho unas voces.


P O V   N A R R A D O R A

Los perdedores se encuentran caminando hacia la cantera.

— ¿Có-cómo te fue en la ce-cena c-con las veci-cinas? — pregunta Bill el tartaja.

— Pues bastante bien, la verdad — contesta el judío —. La hija es más o menos de nuestra edad.

— ¿Y es sexy la chica? — pregunta el bocazas Tozier.

Stan suspiró — Bueno, es bastante guapa — los perdedores le miran pícaros —. Es de pelo rojo y ojos esmeraldas, de tez blanca pero un poco bronceada.

Mientras que hablaban, más se acercaban al lugar donde la "sirenita" (apodo ganado por su cabellera roja y que le encanta nadar) se encontraba dibujando.

— ¡Hey tíos! — exclama Eddie Spaghetti — ¿Esa de ahí no es una chica en la piedra?

El judío al ver a la chica, se dio cuenta de que es su vecina, ____.


P O V    __ __ __ __

— ¡Hey tíos! — exclama uno de los chicos — ¿Esa de ahí no es una chica en la piedra?

Al escuchar eso, me doy la vuelta y me encuentro con un chico de mi estatura, pelo marrón y ojos del mismo color. Además, hay otros tres chicos con él. Uno de pelo cobrizo, otro de pelo negro y grandes gafas y por último, mi vecino Stan.

Me levanto de la piedra en la que estoy y me acerco a ellos.

— Hola — les digo a los chicos.

— Ho-hola — habla el que parece ser el "líder" del grupo —. Soy Wi-william, p-pero me pued-des decir Bill.

— O también llamado el Tartaja — comenta en voz baja el de gafas, pero le logro escuchar. Creo que Bill también le escuchó, ya que le pone mala cara.

— Hola, yo soy Eddie — dice el chico de mi estatura, es bastante bajito en comparación con los otros chicos. Para decir verdad, es bastante tierno.

— El asmático — vuelve a comentar el de gafas —. Y bueno, ricura, yo soy Richie Tozier, pero me puedes decir el amor de tu vida.

— Y e-este e-es ...

— Stanley Uris, también conocido como mi vecino — le interrumpo delicadamente a Bill. Stan y yo nos miramos fijamente, y después desvío la mirada a Richie — Creo que a ti te llamaré Bocazas.

— A su servicio señorita — dice intentando poner acento español, pero le sale acento latinoamericano. Al escuchar su "interpretación", suelto una pequeña risa —. ¿Qué tiene tanta gracia?

— Nada, nada — digo ahogando mi risa —. Bueno, Stan ya lo sabe, me llamo ____, pero me podéis llamar la Sirenita — les comento a los chicos.

— ¿Por qué la "sirenita"? — pregunta curioso Eddie.

— Bueno, ya sabéis, tengo el pelo pelirrojo como Ariel, y pues, me encanta nadar —


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¡Hola, amigas!

¡GUAU, YA CASI SON 100 VISITAS!

Muchas gracias por leer esta (humilde :v) historia

Aquí un nuevo capítulo, y bueno, me gustaría decir que actualizaré más o menos todas las semanas, o cuando me venga la imaginación.

Os quiero

—Ana

Sirenita    «IT, Stranger Things y tú»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora