17. La verdad

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Y la habitación estaba toda desordenada, como si hubiese pasado un huracán. Las mantas de la cama tiradas en el suelo, algunas fotos rotas, pero lo más raro de todo, es que habían gotitas de sangre, al levantar la vista, me encontré con una frase escrita varias veces «la verdad te destruirá», con algo que parecía sangre.

Al asimilar todo en mi cerebro, me di cuenta de lo que había pasado así que empecé a llorar desconsoladamente, y me derrumbe cayendo sobre las rodillas. Mi madre... mi madre había sido secuestrada, o peor aún... mu-muerta.

Beverly me abrazó con fuerza, y nos quedamos así por unos cuantos minutos hasta que me tranquilicé.

— Hey, primero vienes tú buscando mi consuelo, pero al final tú me consuelas a mí — intento bromear, pero las palabras me salen entre cortadas.

Ella me mira con esos preciosos y profundos ojos azules y dice:

— Las amigas siempre están para lo malo y lo bueno, ¿recuerdas?

Río un poco, y abrazo a Beverly con más fuerza.

[...]

Cuando levanté, no encontré a Beverly en la habitación, y de repente se me vino a la memoria lo que pasó anoche. Bajé las escaleras, encontrándome a Beverly con un delantal de cocina haciendo el desayuno.

— Que bueno que ya despertaste — me dijo.

— ¿Qué hora es? — pregunté mientras que me rascaba los ojos.

— Las 11, señorita ya deberías estar vestida — me reprendió en broma.

— De acuerdo, mamá — al decir la última palabra, siento un nudo en la garganta, y contengo unas lágrimas a punto de salir.

— ¿Quieres que vayamos a algún sitio? — preguntó Bev al darse cuenta de mi estado emocional.

— De acuerdo, ¿a dónde?

— Podemos ir a la feria. Pero eso sí, tenemos que arreglarte, que siempre vas igual vestida — me dijo mientras me miraba arriba a abajo.

— Ok...— dije no muy convencida.

Después de desayunar huevos revueltos con beicon, fuimos a mi habitación a buscar ropa. Bev se puso a indagar en mi armario, y al final de este, se encontró con una caja que nunca había visto. Nos sentamos de rodillas frente al armario.

— ¿Qué es? — preguntó Beverly curiosa.

— No lo sé — respondí mientras me encogía de hombros —. Ábrelo.

Al abrirlo, me encontré con un montón de papeles que al principio no tenían sentido, pero al leerlos, lo entendí todo. Bev ahogó un grito al leerlo, si yo hubiese sido ella, también lo hubiese hecho.

Los papeles eran sobre que la hija que estaba esperando Sophia, mi madre, había muerto en el parto. Pero eso no es posible, yo estoy viva. En otros, estaban unos papeles de adopción, con mi cara cuando era bebé, pero solo estaba la firma de mi madre. La de mi padre no estaba.

¿Eso querrá decir que la única que lo sabía era mi madre? ¿Soy adoptada?

— Mierda — escuché a Beverly. Miré lo que ella tenía en sus manos, y era una carta, con la fecha de ayer. La carta estaba con unas gotitas de sangre, que podían hacerse pasar por Ketchup. Se la arrebaté rápidamente y la abrí.

Empecé a leer en voz alta, sin acordarme de que Beverly seguía al lado mío.

«¿Recuerdas el día en el que te hablé sobre los Bichos Raros? Yo siempre me pregunté, ¿por qué sigo recordándolo y ellos no? ¿Será cosa del destino? ¿O la tortuga lo habrá hecho a posta? Nunca lo sabré pequeña sirena. Pero sí estás leyendo esto, tienes que llamar al número que te di. Él te ayudará, recuerda, no confíes en nadie, excepto en él y tus amigos. Solo juntos podréis derrotar a Pennywise»

«¿Pensabas que no sabía lo qué hacías? Era igual que tú a tu edad. Solo quiero que tengáis mucho cuidado, porque si no lo derrotáis ahora, dentro de 27 años tendréis que hacerlo. Algunas cosas se pueden hacer a los 13 años, pero no a los 40»

«Siempre, siempre te querré»

«PD. Si has abierto esta caja, tendrás muchas preguntas, sí eres adoptada, pero yo te quiero como mi verdadera hija, porque lo eres. Diga lo que te diga Eso, no confíes en él, es un mentiroso»

Al terminar de leer, no podía llorar, todas las lágrimas se me habían secado. Da igual que sea adoptada, ella es mi madre, yo su hija y Billy mi hermano.





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Bueno, ahora ya sabéis la verdad sobre la rayis

Pero todavía hay una pregunta

¿Quiénes son sus verdaderos padres?

Sirenita    «IT, Stranger Things y tú»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora