15. Los bichos raros

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Stan y Mike ayudaron a Richie a levantarse.

— ¡Sois una panda de perdedores! — gritó. Bill hizo un amago de coger a Richie de la camiseta, pero Ben le tiró de la camiseta para que no le pegara. Me puse en medio de los dos con las manos en alto, para que dejaran de pelear — ¡Sois una panda de perdedores y os haréis que os maten tratando de pillar a un puñetero payaso!

— ¡Parad! — grité por primera vez — De acuerdo, cada uno tiene su propia opinión con respecto a eso, pero no hay necesidad de violencia.

— Esto es lo que Eso quiere. Eso quiere dividirnos. Estábamos todos juntos cuando lo dañamos. Eso es por lo que seguimos vivos — habló sabiamente Bev.

— ¿Sí? Bien, planeo seguir de ese modo — Richie caminó hacia su casa, al pasar con Bill, lo chocó con el hombro, tal como Bowers hizo al principio de verano.

Poco a poco se fueron yendo todos, primero Stan, luego Ben y por último Mike.

— Mike — le llamó la atención Bev.

— Tíos, no puedo hacerlo. Mi abuelo tenía razón. Soy un forastero. Tengo que quedarme de esa manera — dijo y se fue.

— Chicos, yo también me tengo que ir. T-tengo que hacer unas cosas — dudé al decirlo, pero era mejor que no estuviesen al corriente.

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Cuando llegué a casa, sentí un escalofrío, algo raro la verdad, porque estamos aproximadamente a 35º grados.

— ¿Cariño, eres tú? — preguntó mi madre desde el salón.

— No, soy un payaso asesino — bromeé. Escuché como un vaso de cristal se caía y se hacía añicos. Apareció mi madre frente a mí y me agarró de los hombros.

— ¿Qué has dicho? — me preguntó seriamente mirándome a los ojos. Por un momento noté un deje de miedo, pero luego volvieron a ser los mismos — ¿Qué has dicho? — volvió a preguntar.

Me separé de su agarre y me tumbé en el sofá.

— Nada, era una broma. Solo bromeaba — contesté.

— Cielo, tengo que contarte algo, algo que pasó hace mucho tiempo — dijo mientras que se sentaba en el sillón que estaba enfrente mío. La miré con curiosidad y empezó a contar.

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A partir de ahora la madre (Sophia) va a contar la historia en primera persona, o sea lo que aparezca entre esto «ejemplo» es la historia

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«Era un día caluroso de verano, y estábamos Bob y yo tomando un helado tranquilamente. Hablábamos de cosas sin importancia, como si me había cortado el pelo o sobre cómo estaba mi madre»

«De repente, escuchamos un grito en los Barrens»

— Espera un momento — interrumpí a mi madre —. ¿Tú también solías jugar en los Barrens?

— Sí, era un buen sitio, y nadie nos molestaba.

— ¿Molestaba? ¿Erais más de dos? — pregunté curiosa.

— Éramos un grupo, pero ahora te lo contaré.

«Como iba diciendo, escuchamos un grito desgarrador en los Barrens. Salimos corriendo hacia allí, dejando los helados en el banco en el que estábamos»

«Al llegar, nos encontramos con una escena nada agradable para la vista. Había un payaso que le estaba mordiendo el pie al chico Hanlon, un compañero de clase, todos le maltrataban por ser de color, excepto nosotros»

— ¿Me estás diciendo que conocías al padre de Mike? — pregunté anonadada.

— Sí, por eso cuando pasó el incendio de la casa Harris, Bill Hanlon no pudo salir, algo que los bomberos no dijeron, y prácticamente nadie, es que él siempre iba en muleta.

«El payaso al vernos dejó a Bill a un lado y nos miró atentamente. Nosotros no sabíamos que era un ente malvado, así que empezamos a tirarle piedras. Supongo que no notó ningún ápice de miedo en nosotros, así que se escuchó un "pop" y desapareció»

«Fuimos a donde estaba Bill y le ayudamos. Le llevamos a la casa de Sonia y...»

— Pera, pera un momento. ¿Sonia Kaspbrack? ¿La madre de Eddie? ¿Esa ballena?

— Sí, en aquella época ella era flaca, y muy lista, siempre pensé que llegaría a ser doctora, pero no lo fue.

«Al llegar, ella se sorprendió, pero al final nos dejó pasar. Pusimos a Mike en la mesa de la cocina, cabe decir que los padres de la chica Kaspbrack no estaban en casa, si no hubiese sido un lío total. Gracias a los conocimientos de Sonia, conseguimos curar a Bill»

«A partir de aquí pasaron muchos sucesos, pero voy a resumirlo super resumido. Nuestro club, los bichos raros, que estaba formado por Bob, Sonia, Bill, Sharon, Maggie, Donald, Alvin y yo»

— Son los padres de mis amigos, excepto los de Ben — exclamé al darme cuenta —. Sharon Denbrough, la madre de Bill, Maggie Tozier, la madre de Richie, Donald Uris, el padre Stan y Alvin Marsh, el padre de Bev.

— La tortuga lo hizo aposta — murmuró mi madre en voz baja, pero llegué a oírla.

«Juntos, nos enfrentamos al payaso, y lo derrotamos, o eso creímos. Todos olvidaron ese verano de 1957, excepto yo»

— ¿Por qué no lo olvidaste? — empecé a sospechar, estaba resolviendo el puzzle poco a poco.

— Y es hora de comer — cambió de tema —. He hecho tu plato favorito, macarrones con tomate y queso.

Sirenita    «IT, Stranger Things y tú»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora