21. Trío de Fuego

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Octubre, 1984

Cada día echo más de menos a los perdedores. Además, siempre al ver sus regalos, me pongo sentimental. Beverly me regaló un collar, que siempre lo llevo puesto. Ben, un libro de Stephen King, sabe que es mi autor favorito, el libro es La Torre Oscura. Bill me envió unas fotos en las que estábamos todos. Mike también me regaló un libro, pero de códigos secretos. Super guay. 

Stan me hizo un poema, y yo pensando que el único poeta era Ben. Richie a veces es idiota, y me mandó un condón. Que capullo.

Eddie, el de Eddie fue el mejor regalo de todos. Creo que estoy super ciega. Quiero decir, ¿cómo es que no me di cuenta de que estaba enamorado de mí? Esas indirectas, como cuando intentó hacerme el boca a boca y... anda, pues solo dejó esa indirecta. Me lo dijo todo en una carta bellísima.

***

Bob se echó una novia llamada Joyce, y siempre está hablando de ella. Supuestamente ella tiene dos hijos, uno de unos 17 años, como Billy, y otro de mi edad.

Cuando me aburría, que es casi todo el tiempo, me iba al Arcade que tienen en Hawkins. La sala de Arcade era un edificio grande y de techo bajo con letreros de neón en las ventanas y un toldo amarillo brillante, pero tras las luces de colores, solo eran muros de aluminio.

Ahí tenían diferentes videojuegos, como Dragon's Lair, Donkey Kong, Centipide y Dig Dug. Era una pena que no tuviesen Street Fighter, pero me conformaba con Dig Dug y Centipide.

Mi primer día en la secundaria Hawkins fue un martes, para entonces, el curso ya tenía más de un mes de haber empezado

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Mi primer día en la secundaria Hawkins fue un martes, para entonces, el curso ya tenía más de un mes de haber empezado. Bob y yo fuimos el día anterior porque todavía no tenían mis registros. 

La secundaria Hawkins era un largo edificio de ladrillos al otro lado del estacionamiento de bachillerato. Era sencillo y robusto,  más parecido al de una cárcel del condado que al de una escuela.

Bob se empeñó en llevarme al cole, pero yo no protestaba, así que decidió que podía ir sola en bici.

Encontré fácilmente la oficina principal, en un pequeño pasillo al lado de las puertas principales. Allí, había una chica de pelo pelirrojo con un monopatín. La mujer detrás del mostrador vestía una brillante blusa pasada de moda. Cuando le dije por qué estaba allí, me miró y luego a la otra chica de pelo pelirrojo. Murmuró un «¿por qué a mí?» y luego se volvió y llamó a otra señora que estaba hurgando en un archivero.

— Doris, ¿tenemos un horario de clases para Mayfield y Newby?

La segunda mujer dejó sus carpetas y se acercó al mostrador.

— ¿Para qué necesitáis un horario a mitad de semestre? — dijo, como si la hubiéramos confundido.

— Me mudé a Hawkins hace una semana — mentí. Guau, soy una mentirosa profesional.

Las dos mujeres volvieron sus miradas hacia mi acompañante, la chica pelirroja y de ojos azules. Por su tono de piel bronceado, diría que es de California, al igual que yo.

***

Mi primera clase era Ciencias, junto con la pelirroja, y llegamos al salón después de la campanada. Durante el camino, estuvimos hablando, parecía ser que no tenía amigas chicas, porque le costaba un poco hablar conmigo.

A pesar de que todos ya estaban sentados, en el salón había muchos pupitres vacíos, como si el grupo tuviera que haber sido más grande. Sabía que era solo porque la clase era grande y Hawkins un pueblo pequeño, pero los lugares vacíos hacían que pareciese como en las historias de terror en la que se enfrentan a un monstruo y no todos regresan.

Íbamos a sentarnos, pero el profesor de bigote nos lo impidió.

— Venid aquí. No seáis tímidas — por lo que leí en el horario, es Scott Clarke, profe de Ciencias — Dustin, redoble.

¿Podría ser el mismo Dustin al que machaqué en Dig Dug?

 — Clase,  dad la bienvenida desde la soleada California, y el lejano Derry, a las últimas pasajeras en unirse a nuestro viaje a la curiosidad, Maxine y ____.

— Es Max — corrigió Max.

— ¿Perdón? — preguntó desconcertado el profesor Clarke.

— Nadie me llama Maxine. Es Max.

Después de ese malentendido, Max y yo nos sentamos en la última fila, pero sentía unas miradas encima nuestras. Eran unos cuatro chicos, uno con gorra, uno de pelo raro, otro de tez morena como Mike, y uno que se me hacía muy familiar.

***

Pasé el tiempo de la merienda junto con Max, y nos hicimos amigas.

— Sabías que en Derry tengo una amiga pelirroja y de ojos azules, podríamos ser el trío de oro. ¡No! Eso sería guay si fuésemos rubias. Mejor, el trío de fuego. Ya sabes, las tres pelirrojas y de ojos azules — le comenté.

— Me gustaría conocer a Beverly.

Estuvimos hablando de muchas cosas, como que ella era Madmax y yo Loser. Hasta que saqué el tema del monopatín. Ella me dijo que podría enseñarme.

— Aprendes rápido — me dijo al ver que ya podía mantener el equilibrio y hacer lo básico.

— Gracias.

De repente, tuve una sensación extraña e inquietante, como si estuviera bajo reflectores en el centro de un escenario.

Había un grupo de chicos reunidos detrás de la valla. Y nos miraban.

Eran los mismos chicos que nos miraban en la clase de Ciencias. Estaban medio ocultos detrás de la valla y me di cuenta de que nos estaban espiando, pero no eran muy hábiles para esconderse.

Se lo mencioné a Max, y entre las dos ideamos un plan para darles su merecido a esos acosadores.


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PRIMER CAPÍTULO DE LA SEGUNDA TEMPORADA

YEIY

Ahora sabemos que Max y ____ son amigas, ¿pero qué pasará con Billy?

Sirenita    «IT, Stranger Things y tú»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora