19. La pelea final

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— ¡Bill! ¡Bill! — comenzó a gritar Eddie. Resulta que el tartamudo se puso a perseguir fantasmas o yo qué sé. ¿Y a estos tíos que narices le pasan? ¿No podemos estar unidos más de 5 minutos o que?

Empezamos a perseguir a Bill por los túneles, pero él nos llevaba ventaja. Eddie, aparte de ser nuestro asmático, es nuestra brújula andante, por eso iba en cabeza. Pero en un mal paso, Eddie cayó de bruces en las aguas negras.

De repente, salió una cabeza del agua, parecía la de una niña de unos 5 años, y todos nos pusimos a gritar por el susto que nos había pegado. Después de esa cabeza, empezaron a salir más y más, unas con pelo, otras calvas, unas con gusanos y sangre.

— ¡Vamos! ¡Rápido! ¡SALGAMOS DE AQUÍ CAGANDO LECHES! — empezó a decir Richie mientras él y yo ayudábamos a Eddie a levantarse.

Después de caminar unos 5 minutos por los túneles asquerosos que apestaban a mierda y putrefacción, llegamos a una cámara aún más grande que en la que encontramos a Stan, había una montaña de juguetes, y niños flotando. Resulta que lo de flotar sí lo decía en serio.

— ¿Beverly? — preguntó Ben, asombrado al verla flotando.

— Puta mierda — dijo Richie al verla.

— Bev — dije. Me sentía muy mal al verla así, pensaba que fue mi culpa.

— ¿Có-cómo está ella en el aire? — preguntó Richie tartamudeando el "cómo".

— Tíos — dijo Eddie, y con la linterna señaló hacia arriba —. Son ellos...

— Los niños perdidos — completó Stan —. Flotando.

— Solo déjame agarrarla — pidió Ben. Miré a ver de lo que hablaban, Ben estaba siendo subido por Mike, para intentar coger a Beverly.

Cuando por fin Bev llegó al suelo, seguía sin reaccionar. Tenía los ojos en blanco, y si nadie la sujetaba, se iría flotando.

— Bev — Ben empezó a sacudirla —. Beverly. ¿Por qué no se despierta? ¿Qué está mal con ella? ¡Beverly, por favor! ¡Vamos!

Ben se dio por vencido y la abrazó. Luego hizo algo que nadie se esperaba, incluso yo tampoco me lo esperaba, la besó. Todos hicieron exclamaciones de asco, pero yo no. Yo estaba super contenta, ¡mi ship se hizo realidad! Benverly, precioso.

Bev tardó unos segundos en reaccionar, pero cuando lo hizo, tomó una gran bocanada de aire. Se separó de Ben un paso y empezó a recitar el poema que Ben le había escrito, Ben finalmente, lo completó.

— Dios, ¡joder! — estropeó el momento Richie. Le di un zape por interrumpir ese momento tan bonito.

Todos nos abrazamos, pero Eddie se separó del grupo, y Bev preguntó donde estaba Bill. Todos nos pusimos a buscar a Bill, que se encontraba hablando con su hermano Georgie.

— Quiero irme a casa — suplicó Georgie, ver a un niño así, de corta edad, me partió el corazón —. Te extraño. Quiero estar con mamá y papá.

— Lo que más quiero en el mundo es que estés en casa. Con mamá y papá — en este punto ya estaba llorando, al igual que todos. Bill se acercó a Georgie poco a poco — Te echo tanto de menos.

— Te quiero, Billy — y esa fue la gota que colmó el vaso. Ya no estaba en una alcantarilla apestosa, estaba en California, en mi hogar. Allí estaba mi hermano, y le dije la misma frase que Georgie a Bill antes de que nos separásemos.

— Yo también te quiero — Bill me sacó de mis pensamientos. Él puso la pistola en la frente de Georgie, y el pequeño empezó a llorar —. Pero no eres Georgie.

Sirenita    «IT, Stranger Things y tú»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora